Escultura de hierro

JERÓNIMO MARTEL

OURENSE

EL ARTE EN OURENSE | O |

09 jun 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

EN el campus universitario de Ourense y bajo el título Hueco virtua l expone -un total de cinco esculturas, producidas de 2002 a 2004-, hasta fin de mes, el escultor Luis Borrajo (Ourense, 1950, con actual residencia y estudio en Vilardevós). Luis Borrajo cultiva fundamentalmente la escultura monumental de obra pública, de modo predominante en hierro (acero, especial, más exactamente). En Ourense, cuenta con las siguientes obras: Abeanco para Brancusi (Instituto As Lagoas) -que es un guiño de homenaje a la obra más significativa del escultor Constantin Brancusi, su Columna sin fin , de 1918-; Albiscando a Ribeira Sacra (A Derrasa, en la carretera de Trives); Para estar joven (Casa da Xuventude); Casa da nube (As Burgas); Aire estúpido (Parque Miño); Rodeiro , Bidimensión , O Tronzo y Almea (Rua Miraflores); Julio e os paxaros (Casa Hogar de Mariñamansa) -que constituye un guiño de homenaje al escultor Julio González-; y, en fin, S.T . (el original -por masculinizado- desnudo de mujer, en bronce, situado en la Alameda do Concello y producido a fecha 1999-2001). Al lugar de Luis Borrajo en la escultura gallega, se refieren, en el proyecto editorial Galicia , de Hércules de Ediciones, los críticos Severino Penelas Figueira y Antón Castro. Severino Penelas destaca en Borrajo -en su definitiva fase de evolución, de la mitad de los años ochenta- su «interés por el concepto espacial y la pluralidad de ángulos del constructivismo, por el ensamblaje y la soldadura de planchas de acero, con notables influencias de Oteiza que se mantendrán a lo largo de su trayectoria» y, asimismo, su «yuxtaposición y acoplamiento de láminas de acero oxidado ... a la vez que se incorpora a una dialéctica de opuestos: ... abierto-cerrado, vacío-lleno, exterior-interior...», así como, por último, su «rigor técnico en el dominio de la fundición, corte y soldadura de los metales». Antón Castro considera justamente a Borrajo «heredero de una tradición que iría de Malevich a Oteiza y Chillida, pasando por Caro, que incorpora el acero industrial asociado a la estructura geométrica de la madera» y representante de «la escultura como construcción y espacio social».