Mensajes griegos para políticos españoles

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

27 ene 2015 . Actualizado a las 03:00 h.

Y a veis: ha ganado Syriza y no se acabó el mundo. Como dijo Pablo Iglesias, ha seguido saliendo el sol. Las bolsas no se han hundido, el capitalismo sigue tan boyante, Amancio Ortega compra un nuevo edificio emblemático, esta vez en España, y Susana Díaz culmina su arriesgado proyecto de adelantar elecciones. No ha cambiado nada. El planeta sigue tan tranquilo como antes de las elecciones. Vistas las reacciones de la clase política, parecen procedentes algunos mensajes a los líderes españoles, que se han tomado las elecciones griegas sin término medio: unos, para repetir el tópico de que Grecia no es España y otros para ver en esas urnas las primarias de lo que ocurrirá en nuestro país.

Mensaje a don Mariano Rajoy: hace bien en prevenirnos de los males de jugar a la ruleta rusa de los populismos. Lo mismo pensaba el griego señor Samarás, que buscó el voto del miedo hasta el último minuto y confió en que los partidarios del orden y la seguridad no optasen por la aventura de Syriza. Eso, presidente, queda muy bien en un discurso a la militancia. El resto de la gente, la que todavía no ha visto la recuperación, ya jugó a la ruleta rusa y está pensando en la venganza.

Mensaje a don Pedro Sánchez y su equipo: les pido que analicen serenamente la derrota de sus compañeros del Pasok: de ser partido de gobierno han pasado a ser la fuerza menos votada entre las que obtuvieron representación parlamentaria. Les han dejado sin sitio. Les han barrido. Y sepan que puede ocurrirles algo parecido en España. Cuando Rajoy proclama a Podemos su adversario y Podemos abre un mano a mano con el PP, están ustedes siendo víctimas de una pinza que les puede ahogar. No lo olviden ahora que están a tiempo. Aún pueden rehacer su mensaje y su unidad.

Mensaje para Izquierda Unida: no traten de apropiarse ni beneficiarse del éxito de Tsipras, porque no vale solo con protestar y estar en la movilización. Hace falta, además, encontrar el discurso que conecte con la mayoría social. Y me parece que ninguno de los partidos españoles de izquierda lo consigue. Si lo consiguieran, no saldrían tan maltratados en las encuestas de intención de voto.

Y mensaje para Pablo Iglesias: hasta ahora van muy bien. Van de ganadores. No lo estropeen si de verdad quieren gobernar este país. No se suban del todo al carro de Syriza, porque no sabemos qué quedará de su programa dentro de unos días, cuando empiecen a negociar con Europa. Dulcifiquen sus propuestas, como hicieron en Grecia, para no asustar. Piensen que una cosa es un calentón y otra el ejercicio del voto. Y piensen, sobre todo, que España es distinta. No es que estemos bien, pero estamos lo bastante mejor como para propiciar un cambio de esa magnitud.