La mayor parte de los pecios de la flota de Padilla están localizados en las inmediaciones de Sardiñeiro (Fisterra). Además de la gran cantidad de buques, el yacimiento ofrece otras ventajas difíciles de encontrar en casos similares.
La mayor parte de las naves están hundidas a escasa profundidad, cerca de la costa y en zonas aceptablemente protegidas, por lo que los trabajos de investigación se pueden llevar a cabo sin necesidad de costosos medios técnicos.
La flota conserva, además de muchos objetos y armas, de los que solo una mínima parte se han sacado a la superficie, las estructuras de los buques en un estado aceptable, por lo que su importancia radica también en su valor como fuente para la historia de la navegación transoceánica, que entonces empezaba a desarrollarse con viajes regulares a América.