Adele lanza un directo multiformato mientras se recuperan sus cuerdas vocales

EFE

CULTURA

La cantante británica se convirtió a mediados de noviembre en la primera artista con más descargas digitales en Europa con un millón en ventas en línea.

28 nov 2011 . Actualizado a las 20:16 h.

Con una legión de fans pendientes de la evolución de sus cuerdas vocales, Adele, una de las cantantes de más éxito en el Reino Unido, ha lanzado hoy al mercado Live At The Royal Albert Hall, un cedé y deuvedé con 90 minutos de su imponente directo.

En el 2008 una chica inglesa entrada en carnes, de indumentaria austera para los estándares de la industria, se convirtió en la nueva sensación del universo de solistas femeninas del Reino Unido, dominado por las Amy Winehouse, Dido, Leona Lewis o Duffys del mundillo. En este círculo selecto, solo Adele junto con Lewis y Dido conforman el club de cantantes británicas que se han mantenido en el número uno durante, al menos, seis semanas consecutivas.

Una fulgurante carrera con solo 23 años y dos álbumes de ventas millonarias que sus seguidores ven ahora amenazada por sus problemas de garganta, tras ser operada en EE.UU. por una hemorragia en las cuerdas vocales. Los problemas de salud de Adele empezaron en enero del 2011 con una laringitis, siguieron en septiembre con una infección de las vías respiratorias y culminaron en noviembre con esa operación, que obligó a su discográfica a cancelar diez actuaciones en EE.UU. y seis en el Reino Unido.

Mientras Adele se centra en su recuperación cumpliendo órdenes médicas, hoy ha salido al mercado en el Reino Unido un deuvedé y Blu-Ray Live At The Royal Albert Hall, un concierto grabado el 22 de septiembre, que ofrece a sus fans algo con lo que entretenerse. Ambos formatos van acompañados de un exclusivo cedé con 17 temas de sus dos trabajos previos, 19 y 21, así como versiones de I Can't Make You Love Me de Bonnie Raitt o If It Hadn't Been For Love de The Steeldrivers.

El éxito ha marcado la breve carrera de una cantante británica que confiesa sufrir «pánico escénico grave» que a veces la hace vomitar antes de sus conciertos. Esta virtuosa del soul, blues y jazz arrasó en el 2008 con su primer álbum de estudio, 19 (entonces su edad), con el que vendió más de cuatro millones de copias. Un vozarrón cargado de odas al desamor sedujo a la crítica, rendida ante su contundencia vocal, y a un público variopinto. En el 2009 logró dos Grammy a Mejor Artista Revelación y Mejor Interpretación Pop Femenina.

Su puesta en escena ha tenido como constante la sobriedad. Opta generalmente por una indumentaria anticuada, más propia de una señora de mediana edad, un taburete, un piano, algún músico y sus poderosos recursos vocales. La agobiante presión mediática que sufrió al arrancar su carrera, combinada con críticas mordaces a su sobrepeso en un mundo obsesionado con la extrema delgadez hizo mella en Adele, que se retiró durante una temporada por agotamiento, según los medios.

El «fenómeno Adele» volvió a desatarse con su segundo álbum, 21, lanzado el 24 de enero pasado en el Reino Unido y el 22 de febrero en EE.UU. Ese disco fue número uno en 17 países, copó los ránking británicos durante 16 semanas seguidas y hasta la fecha lleva más de once millones de copias vendidas en todo el mundo aunque los expertos vaticinan que antes de que termine el 2011 podría llegar a 13 millones.

Adele se convirtió a mediados de noviembre en la primera artista con más descargas digitales en Europa con un millón en ventas en línea. El sencillo Someone Like You salió en iTunes en octubre y en solo 11 meses batió un récord de descargas europeas de Apple. Además, con 21 arrebató en abril una marca en poder de la mismísima Madonna como solista femenina con más semanas de permanencia en el número uno de ventas de álbumes de este país. Ese mismo mes la joven también igualaba otro récord con los Beatles al colocar entre los cinco primeros puestos de ventas británicas dos álbumes (19 y 21) y dos temas (Rolling in the deep y Someone like you) simultáneamente.

En mayo The Guardian bautizó a Adele como «la persona más poderosa en la industria musical» en un ránking donde también se colaron Lady Gaga, Damon Albarn o Radiohead.