Nile Rodgers: «Un grupo como Chic nunca hubiera existido en nuestros días»

EFE

CULTURA

El músico neoyorquino, productor de estrellas como Diana Ross, David Bowie y Duran Duran, visita estos días Madrid coincidiendo con la publicación de su autobiografía, «Le Freak».

15 nov 2011 . Actualizado a las 15:50 h.

Nile Rodgers impuso un estilo en la música a finales de los años setenta al frente de Chic, un grupo que, en su opinión, «nunca hubiera existido en nuestros días», ya que ninguna multinacional apostaría hoy por él, y recuerda que actualmente existen solo dos bandas de rock negras con contrato de grabación.

El músico neoyorquino, productor de estrellas como Diana Ross, David Bowie y Duran Duran, visita estos días Madrid coincidiendo con la publicación de su autobiografía, «Le Freak», en la que repasa su extensa carrera y aporta su particular visión de la industria discográfica.

«Madonna es la última gran artista de una era», señala en una entrevista concedida a Efe, en la que considera a la cantante lo suficientemente «competititiva» como para «seguir consiguiendo discos superventas» a pesar de que ya ha cumplido 53 años.

«Se hizo a sí misma una personalidad, y gracias a ella siempre es relevante», asegura de la autora de «Like a Virgin», álbum de cuya producción se encargó Rodgers (Nueva York, 1952).

Menos optimista se muestra con los británicos Duran Duran, junto a los que trabajó en cuatro ocasiones y por los que admite sentir una gran admiración. «Todavía quieren lanzar álbumes de mucho éxito, pero no sé si es posible», comenta.

El legendario productor opina que, independientemente de la calidad, en el negocio de la música «la sincronización lo es todo», lo que provoca que un disco pueda tener recibimientos muy diferentes, dependiendo de la época en que se publique.

«No pienso que un artista como Sting pudiera lograr un número uno en nuestros días», afirma en este sentido Rodgers, fundador de Chic junto al fallecido Bernard Edwards, con quien logró números unos como «Le Freak» y «Good Times».

Aclamado por sus numerosos éxitos discográficos, Nile Rodgers tampoco olvida uno de sus mayores fracasos, «Koo Koo», el álbum que produjo para Debbie Harry, la cantante de Blondie.

«Todo el mundo pensaba que la grabación sería realmente enorme y no fue tan grande», sostiene.

Con esa misma sinceridad, reconoce que como productor le gustaría que «todo lo que grabase fuera un éxito» porque, cuando alguien le contrata, lo hace porque cree que puede «dar un toque mágico» que siempre se esfuerza por conseguir.

Músico además de productor, Rodgers señala que la muerte de su compañero Bernard Edwards en 1996 fue tan «devastadora» que se planteó «no tocar la música de Chic sin él».

Por suerte, la llamada de un promotor japonés al poco tiempo para proponerle ofrecer un concierto de homenaje a Edwards le hizo cambiar de idea. «Lo mejor que hice fue volver y tocar de nuevo», afirma.

De hecho, el legendario productor reconoce que es su faceta como guitarrista de la que más disfruta. «Hace unas semanas estuve con Adam Lambert, de American Idol. Tocar la guitarra durante unas horas es fantástico», comenta sonriente.

Profesional de la música desde que tenía dieciocho años, Rodgers lamenta que «los artistas negros no tengan las misma oportunidades» en Estados Unidos, una situación que le resulta familiar, puesto que varias discográficas lo rechazaron en sus inicios por su color de piel.

Humilde al compararse con productores como George Martin o Quincy Jones, cuando se le pregunta cómo le gustaría ser recordado Nile Rodgers responde al instante: «Como un muy buen escritor de canciones y guitarrista. Ah, y como un buen tipo», concluye risueño.