La pintura gallega pierde al inimitable Virxilio Fernández

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

CULTURA

El artista ourensano falleció a los 86 años tras una larga enfermedad

10 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La cultura gallega perdió a Virxilio Fernández (Ourense, 1925), un pintor inimitable y una figura clave para entender el movimiento ourensano conocido como el grupo de los artistiñas, auspiciado por Vicente Risco, y en el que estuvieron involucrados a lo largo de su vida artistas tan relevantes como Xaime Quessada, Xosé Luís de Dios, Acisclo Manzano, Buciños o Arturo Baltar.

El pintor ourensano falleció a última hora del jueves en su vivienda familiar de Tamallancos (Vilamarín) a los 86 años, tras una larga enfermedad que, según explicaron artistas allegados a la familia, le había impedido pintar ya durante los últimos años de su vida. La pérdida de Virxilio Fernández causó una gran conmoción en la cultura ourensana y gallega, que durante la jornada de ayer pasó por un tanatorio de la capital de As Burgas para darle su último adiós. Sus restos mortales serán incinerados en la jornada de hoy en la más estricta intimidad y para el próximo lunes está previsto un funeral en la céntrica iglesia de Santo Domingo.

Las reacciones tras conocerse el fallecimiento de Virxilio Fernández se han desencadenado, especialmente en su círculo artístico más próximo. «A súa obra era moi persoal. Era inimitable, non facía falta que firmara os cadros para saber que eran seus», explicó el escultor Manuel Buciños, que se define como «moi amigo seu».

Muy ligado al pintor ourensano se encontraba también el escultor Arturo Baltar, que fue el padrino de su boda y también de su hija: «Tiña unha obra única e avanzada para a súa época. Ten un selo moi persoal e saíase bastante da norma». El escultor también destaca, además de su obra, sus amplios conocimientos culturales: «Debido ás súas viaxes, era unha persoa con grandes coñecementos e que sabía comunicar moi ben as cousas».

A su círculo profesional más próximo también pertenecía el escultor ourensano Acisclo Manzano, quien se considera en deuda con él: «Porque cando entrei no mundo cultural de Ourense recibiume cos brazos abertos». De su obra artística destaca especialmente su capacidad para inmortalizar Ourense: «Era un gran pintor que reflectía moi ben a paisaxe ourensá e as súas rúas. Era moi elegante na súa obra».

De luto

El conselleiro de Cultura, Roberto Varela, calificó como día «de loito» el que vive la cultura gallega por perder «ao xenial pintor ourensán cunha longa traxectoria e unha obra inconfundible». El titular de Cultural valoró especialmente que llevó su arte por distintos países y con una «forte inspiración galaica da que facía gala».

Para Ramón Villares, presidente del Consello da Cultura Galega, su pintura «un pouco expresionista, ten unha formación técnica moi depurada e que recolle moito o mundo rural».