La policía afirma que sigue todas las pistas sobre el Códice Calixtino

camilo franco SANTIAGO / LA VOZ

CULTURA

La UDEV explica que no se ha abandonado ninguna línea de investigación

15 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La policía considera que la desaparición del Códice Calixtino es uno de los sucesos más destacados en lo que a robo de patrimonio se refiere y que no se ha descartado ninguna línea de investigación desde el momento mismo de la denuncia de su desaparición. Según explicó el inspector jefe de la Unidad de Delitos Especializados y Violentos (UDEV), Jesús Pacheco, las líneas de investigación que se siguen «no descartan ninguna posibilidad». Pacheco señaló que la importancia del Códice «ha acaparado mucha atención, pero eso no cambia las líneas de investigación».

Según el inspector jefe de la UDEV en Madrid, las labores de investigación que está llevando a cabo la policía no descarta ninguna hipótesis. Acepta que se está trabajando con la posibilidad de que el hurto del libro se cometiera desde dentro, pero señala: «Esta línea no descarta otras posibles, como la de que el robo fuera realizado por encargo o que se hubiese ejecutado al descuido».

Jesús Pacheco descartó dar más posibilidades a una hipótesis sobre las otras, advirtiendo de que el proceso de investigaciones «señala unas cosas u otras, en función de cómo avanzan». Explicó también que las pesquisas van a buen ritmo y que se está trabajando de manera continuada.

En este sentido, el inspector jefe de la UDEV apuntó que no se había terminado de revisar el material videográfico de los días anteriores a la desaparición del libro. Apunta Jesús Pacheco que son cintas que están en «análisis permanente». «Es un material al que volvemos cada vez que obtenemos nuevas pistas», explicó. En este sentido, señala el policía que aunque el lugar en el que se guardaba el códice no estaba abierto al público, «la catedral es un edificio muy transitado y esto dificulta las investigaciones».

Al mismo tiempo, el inspector jefe afirma que el tránsito por la catedral, por los espacios cercanos al lugar en el que se custodiaba el libro, hace posible que «alguien al descuido o estudiando los movimientos de gente en el lugar pudiera hacerse con la pieza». Señala Jesús Pacheco que pocas veces «un robo de arte ha despertado tanta atención, quizá con algún cuadro muy conocido, pero en los últimos años este ha sido uno de los sucesos que ha despertado mayor atención en cuanto a la importancia de la pieza», y explica que no siempre es buena esta atención para su trabajo.