«The Beats», una biografía ilustrada de Kerouac

EFE

CULTURA

La obra se publicó en Estados Unidos en el 2009, un año antes de la muerte de Pekar.

04 jul 2011 . Actualizado a las 19:57 h.

Nunca se caracterizó Harvey Pekar por tener una visión muy positiva de la vida, pero el fallecido guionista tuvo que destrozar muchas ilusiones con The Beats, un cómic biográfico y nada condescendiente de aquella generación de escritores que cambió para siempre el mundo de la literatura.

«Harvey y yo sólo queríamos ser veraces. Jack Kerouac, Allen Ginsberg, William Burroughs... están muy mitificados en la actualidad, pero algunos de ellos eran personas con muchos defectos, por decirlo de forma suave», asegura el dibujante del cómic, Ed Piskor (Pennsylvania, 1982). «Mucha gente tiene una visión romántica de la generación Beat, pero cuando menciono los detalles escabrosos, todos se muestran felizmente inconscientes de las atrocidades que cometieron aquellos escritores. Harvey puso la verdad sobre el papel para que los aduladores tuvieran que lidiar con la oscuridad de sus héroes», añade.

La obra se publicó en Estados Unidos en el 2009, un año antes de la muerte de Pekar, y es ahora cuando llega a las estanterías españolas de la mano de 451 Editores. El lector que se sumerja en estas viñetas encontrará un repaso detallado a la vida de autores como los mencionados Kerouac, Ginsberg o Burroughs, pero también de otras figuras menos célebres del grupo literario. «Si he de ser sincero, conocía bastante mejor las leyendas de estos escritores que su trabajo real. En el camino lo leí por primera vez al principio de este proyecto. De todas formas, considero que sus historias vitales son más interesantes que sus esfuerzos creativos», afirma Piskor. «Tras involucrarme en el libro, leí mucho más que las obras básicas, y eso afectó al resultado final. Una gran parte de todos esos trabajos no me dijo nada, y creo que hay un elemento de cinismo que se puede detectar en el cómic, sobre todo en la macabra historia de Burroughs. Ese tipo era un desgraciado», critica.

Abuso de drogas, conducta errática, pedofilia... El catálogo de Burroughs no tenía desperdicio, pero salvo en el tema de las relaciones con niños, no era muy diferente al resto de sus compañeros: Kerouac, sin ir más lejos, fue alcohólico toda su vida, y durante una larga temporada estuvo enganchado al speed.

Al margen de las tres grandes figuras, el cómic se detiene brevemente en escritores y poetas como Kenneth Rexroth, Gary Snyder, Robert Duncan, Lawrence Ferlinghetti, Leroi Jones o Robert Creely, sin olvidar una mención especial para la librería/editorial City Lights (San Francisco), centro neurálgico de la generación Beat. «Si tuviera que dar mi opinión, diría que la mayor contribución de estos autores fue abrir la puerta a una nueva etapa, un cambio de espíritu respecto a la época del gobierno conservador del presidente Dwight Eisenhower (1953-1961)», apunta el dibujante.

Entre sus grandes referentes en el mundo de la historieta, Piskor menciona a Robert Crumb, Daniel Clowes, Chris Ware o Charles Burns, pero siempre habrá un nombre por encima de todos los demás: «Harvey me dio la oportunidad más grande de mi vida, y le estaré eternamente agradecido», advierte. «Acabo de escanear un montón de mis primeros trabajos con Harvey para una edición en francés, y revisar todo aquello me hace sentir avergonzado. No era bueno en absoluto y cualquier otro dibujante lo habría hecho mejor que yo. Sin embargo, Harvey confió en mí y nunca lo olvidaré», remata.