El grupo australiano firmó el mejor concierto del festival.
20 jun 2011 . Actualizado a las 12:01 h.Al contrario que M.I.A., cuya actuación desató división de opiniones entre el público, las otras dos grandes estrellas de la segunda jornada del Sónar Galicia no defraudaron a casi nadie. Marcando perfectamente la tendencia de la noche (un escenario para los sonidos más pop y otro para la tralla techno), la amabilidad sonora de Cut Copy rivalizó desde el escenario Sónar Hall con la agresividad de Richie Hawtin en el Sónar Club.
El grupo australiano ofreció un concierto excelente. Con un pie en el synth-pop y otro en la euforia de Manchester, reorientó su discurso hacia el baile (subidones, graves sísmicos, luces persiguiendo el éxtasis...) y logró que durante una hora y pico el Sónar Hall fuese todo un paraíso pop. Lights And Music o Take Me Over sonaron a clásicos contemporáneos y la secuencia encogimiento/explosión de Need You Now llevó al público a una nueva dimensión.
Discurso depurado
En paralelo, en el escenario Sónar Club, Hawtin demostró por qué su nombre es garantía de éxito en cualquier evento del ramo. Con un discurso depurado y a piñón fijo, manejó a la masa a su antojo durante su pase. Los visuales de Ali Demirel llevaron su espectáculo al podio de lo mejor de la jornada. Muchos de los que disfrutaron de su sesión repitieron luego encantados con Boys Noize al final de la noche.
Mientras tanto, en los corrillos muchos lamentaban su decepción con el concierto de M.I.A., que tildaban de falto de chispa y con grandes lagunas en el sonido. Frente a estos, existían otras voces encantadas con un espectáculo que arrancó demoledor con Galang y mostró a una artista pletórica.
Otro aplaudido fue Four Tet, con su visión experimental de la electrónica, y Die Antwoord, los raperos sudafricanos que parecían querer actualizar el discurso de los Beastie Boys envolviéndolo de un humor retorcido y surrealista. Al final de la noche, James Murphy condujo a la masa por los placeres del disco con una gran sesión.