M.I.A. se corona como la reina de la música urbana en el Sónar

CULTURA

Éxito en la segunda jornada del festival con más de 6.000 personas

19 jun 2011 . Actualizado a las 14:40 h.

El presente ganó el pasado. Si en la primera jornada del Sónar apenas acudieron 2.500 personas para sentir en vivo la leyenda de Underworld (que luego, avanzada la noche llegarían a las 3.500), ayer más de 6.000 abarrotaron Expocoruña para vibrar con una de las artistas más rabiosamente actuales del momento: M.I.A. La británica era, junto a Richie Hawtin, la gran estrella de la noche, y el público demostró en masa que, ante casos así, no se escatiman los 45 euros que costaba la entrada en taquilla.

Empezó con algo de retraso y con una extensa introducción audiovisual de motivos asiáticos. Cuando todo apuntaba a que arrancaría con The Message, rompió todo los pronósticos y asaltó con Galang, una de las canciones fundamentales de la década pasada. Ahí, en un punto intermedio entre los Public Enemy de los buenos tiempos, la Madonna más provocadora y una estrella desbocada del regatón, dejó claro que la suya iba a ser no solo una de las mejores actuaciones del festival, sino del año.

Agresiva, sexi y demoledora en escena M.I.A. puso a Expocoruña a comer de su mano. Su poder, amplificado por la catarata de imágenes que entremezclan Bollywood y política internacional, enloqueció a todo el mundo. Llegada la medianoche, su directo emprendía rumbo a lo sublime, mientras seguía entrando gente y más gente en el recinto.

Además de M.I.A., la jornada de ayer deparó otras cosas interesantes. Algunas tan seductoras como la sesión inaugural de Munchi, el denominado rey del moombahton, uno de los últimos estilos surgidos en el undeground americano. Combinando sonidos latinos y jamaicanos en espiral logró trenzar un aperitivo perfecto para la gran estrella en el Sonar Club. En paralelo, Ningunos Dj´s calentaban el ambiente en el Sonar Hall para la irrupción en de Lasers, que engatusaron con su sonido espacial.

Al cierre de esta edición, el público se preparaba para la salida a escena de Cut Copy, que competirían con Richie Hawtin que actuaba en paralelo.