El centro Niemeyer arranca con un programa consolidado y diverso

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Un concierto de Woody Allen abrió oficialmente el complejo de Avilés

26 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Con el concierto que ayer ofrecieron el cineasta Woody Allen y su banda de jazz se inauguró de forma oficial el Centro Niemeyer de Avilés, aunque sus instalaciones ya habían acogido desde diciembre sus primeras actividades. Así, un premio Príncipe de Asturias cortó -simbólicamente- la cinta de un complejo obra de otro galardonado, el arquitecto brasileño Óscar Niemeyer, quien diseñó un espacio formado por cuatro edificios y un espacio común a modo de plaza polivalente: una cúpula, una torre mirador, un auditorio y un inmueble que cuenta con cine y salas de exposiciones, entre otras instalaciones.

La intervención en Avilés ha supuesto una regeneración en el entorno de la ría y la puesta en marcha de un complejo que pretende dar cabida a todas las artes, establecer conexiones culturales con América Latina y, como reza la exposición de propósitos de sus responsables, «servir de ventana de Asturias al mundo». A pesar de que incluso antes de que se pusiese la primera piedra del centro -fue en el 2008- el Niemeyer ya comenzó a desarrollar una programación cultural en diversas ciudades del mundo, y ahora sus instalaciones ya son escenario de actividades que reflejan su vocación de diversidad. Además del concierto de Allen y el que está previsto para hoy de Víctor Manuel -que con la concurrencia de las autoridades asumirán una inauguración más oficial-, durante los próximos meses pasarán por Avilés músicos de estilos tan variados como Paquito D?Rivera, Chano Domínguez, Dayna Kurtz, Gilberto Gil y Vetusta Morla, entre otros. En septiembre, Kevin Spacey se meterá en el papel del Ricardo III de Shakespeare y, en el apartado artístico, se cuentan las exposiciones Luz, de Carlos Saura, y Polaroids, de Julian Schnabel.

Escalera helicoidal

Uno de los grandes atractivos del Niemeyer lo constituye la torre de 20 metros de altura a la que se accede por una escalera helicoidal y en la que se ubicará un espacio gastronómico por el que pasarán Ferran Adrià y Juan María Arzak. Otra peculiaridad del centro consiste en el sistema de caja escénica que permite seguir la actividad del auditorio desde la plaza, sumando así hasta 10.000 espectadores más a los 963 de capacidad en el interior.

Con un presupuesto inicial de 24 millones, finalmente el Niemeyer ha costado 44, arranca con una programación ya rodada y aspira a consolidarse como la referencia cultural para el noroeste de la Península.