Los arqueólogos ven necesario actuar con urgencia en Baroña

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO NOIA / LA VOZ

CULTURA

Reclaman la rápida rehabilitación de seis zonas del castro en estado crítico

27 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La preocupante situación del castro de Baroña a causa del notable deterioro que sufre fue uno de los temas que ayer abordaron los profesionales gallegos de la arqueología que se han reunido este fin de semana en Boiro con motivo de la quinta edición del Encontro Arqueolóxico do Barbanza. Fue en la segunda ponencia del programa en donde los dos mayores expertos que existen a día de hoy sobre el estado y necesidades del yacimiento, Ángel Concheiro y Marcial Rodríguez, defendieron, con la complicidad de sus colegas presentes, la necesidad de realizar una actuación urgente que no requiera un gran desembolso pero permita asentar y rehabilitar las seis zonas en estado crítico con las que cuenta este asentamiento de Porto do Son.

Concheiro, de profesión arqueólogo, y Rodríguez, arquitecto, son los autores tanto del último estudio topográfico del castro como de su plan especial de protección. El motivo de su presencia en Boiro era explicar ese mismo paquete de actuaciones tanto para el asentamiento castreño como para su entorno. El plan especial, que tras ser aprobado en pleno por la corporación sonense y publicado en el Boletín Oficial de la Provincia, marca los criterios para actuar en el presente y el futuro del yacimiento. Eso sí, controlando siempre el flujo de los 100.000 visitantes que cada año patean las piedras y caminos de esta zona del litoral de la comarca de O Barbanza.

Lineas maestras

Se trata de un proyecto que abarca un total de 41 hectáreas, donde además de los trabajos puramente arqueológicos también se incluyen otros de tipo urbanístico, paisajístico o medioambiental. La situación a la que ha llegado Baroña resulta difícil de entender. En la actualidad, carece de señalización en la carretera más próxima (AC-550), aparcamientos o simplemente de un camino fijado para acceder a este tesoro castreño.

Uno de los puntos en los que la pareja formada por Concheiro y Rodríguez hizo más hincapié fue en el centro de interpretación que han diseñado. Se trata de tres edificios unidos por pasadizos de cristal para adaptarse al pinar en el que se prevé que sean construidos. El presupuesto de todo el plan especial ronda los cuatro millones de euros, y es un millón la cuantía que hace falta para que el centro interpretativo vaya más allá de los planos.

Sobre este conjunto de necesarias medidas, los profesionales presentes ayer en Boiro coincidieron en solicitar una ayuda urgente para trabajos de rehabilitación, dejando por ahora de lado las grandes inversiones.

Restos expuestos a la erosión de la lluvia y el viento y a excavaciones furtivas

La condición de Baroña de castro costero hace que la erosión a la que está expuesto sea uno de sus enemigos más dañinos. Y es que el viento y la lluvia que azotan el yacimiento, según apuntaban Concheiro y Rodríguez, son, junto a su inactividad arqueológica y las visitas sin control de miles de personas, sus mayores perjuicios.

Precisamente la falta de profesionales sobre el terreno ha conllevado también que las estructuras de muchas de las más treinta viviendas que forman el castro se encuentren en un estado que no podría calificarse de correcto. Ángel Concheiro hacía mención a esta problemática, asegurando que algunas actuaciones realizadas en el pasado no llegaron a completarse, lo que expuso los restos a la erosión y a la presencia de individuos que de manera furtiva realizaron excavaciones, robando cualquier elemento que se encontrase en el castro.

Casa con licencia de galpón

Otro de los problemas que parecen cerca de solucionarse está relacionado con la recuperación del sistema dunar de la playa que se encuentra junto al castro. Se trata de un vivienda de 300 metros cuadrados que fue construida con una licencia de galpón que no podía superar los 50 metros. Dicha casa, que se encuentra en la entrada del arenal, será expropiada y derribada, lo que permitirá recuperar el paisaje original.

Las instituciones y personas involucradas en la protección del castro esperan que la sensibilidad que ha despertado la situación de Baroña provoque una respuesta en la Xunta.