Franc3s: «El ruido no se puede controlar»

SANTIAGO

El trío de Carballo Franc3s debuta con un trabajo que los coloca en la primera línea del pop independiente nacional gracias a su sonido oscuro y misterioso

18 feb 2011 . Actualizado a las 11:52 h.

| María, Patuky y Alberto vieron la luz con Sonic Youth en el primer Santirock. Corría el verano del 2000 y ni siquiera se conocían. «Hablándolo luego, nos dimos cuenta, fue una casualidad chula. Yo tenía 19, ellas 17 y 16. Flipé, toda aquella cantidad de ruido me deslumbró», explica Alberto, voz y guitarra del trío de Carballo que acaba de editar su esperado álbum de debut.

-¿Les viene de ahí la pasión por el ruido?

-En parte sí [se ríe]. Nosotros tenemos una idea de canción y, luego, la vamos reduciendo a lo mínimo. No nos gusta hacer solos de guitarra ni adornar mucho las cosas, pero sí echarle encima una capa de ruido. Nuestras canciones son básicamente así.

-En directo, a veces se les va la cosa de las manos.

-Es que el ruido no se puede controlar, pero tampoco tenemos esa pretensión. Yo creo que el directo tiene que ser diferente y me gusta que sea así: no saber lo que hacer, pero hacerlo y dejarlo ir, a ver a dónde llega. Es más, que se nos vaya de las manos mola.

-Sangre, cloacas, demolición... son palabras que se encuentran en sus letras. ¿De dónde viene ese gusto por lo macabro?

-No es nada personal. No nos interesa mucho hablar de emociones propias, más bien nos interesa descubrir otra realidad e inventar otro mundo, que suele ser chungo.

-Hay quien dice que Franc3s son una copia de Triángulo de Amor Bizarro.

-Claro que hay cosas en común con ellos pero, si lo piensas desde fuera, de manera objetiva, no tenemos mucho que ver. Su concepto de canción es muy diferente al nuestro. Ellos crean un muro de ritmo y, a partir de ahí, meten una guitarra y el resto. En Franc3s es casi es al revés. Pasamos del ritmo y vamos por un rollo muy minimalista. Pero que cada uno piense lo que quiera, no hay ningún problema.

-¿Y con los que sostienen que no saben tocar?

-Es que eso es verdad [se ríe]. Bueno, hay que matizarlo. Por ejemplo, Patuki es profesora de música y se gana la vida dando clases, seguramente a los hijos de alguno de los que nos critican. No es tanto que no sepamos tocar como que para la música que nos gusta no hace falta hacer maravillas.

-¿Qué me dice de movidas «indie» gallegas?

-Nos intentaron meter en el rollo Galician Bizarre, pero siempre tuvimos claro que teníamos que ir solos. No es bueno estar con los colegas que te dicen siempre que todo está guay. Hay grupos de esa escena que nos gustan mucho, pero en plan individual.