El largometraje «Novo Vigo Vello» hace bandera del barrio histórico
24 ene 2011 . Actualizado a las 12:28 h.La última frase dice: «Por más que me entierren, voy a resucitar». La canción da su último acorde y la imagen funde a negro. Así termina el documental Novo Vigo Vello y ese colofón resume la filosofía que inspiró a su director, Eduardo Rolland, para facturar el largometraje documental sobre este barrio vigués, un lugar deteriorado durante años que vive un proceso de reconquista. La película, de una hora de duración, tiene en su protagonista, Luís Tosar, su mejor promoción.
Claro que al de Lugo ?«no soy de Vigo, algún defecto tenía que tener», bromeó ayer, en la proyección del documental en el Círculo de Bellas Artes de Madrid? le era obligado, porque el teniente de alcalde, Santiago Domínguez, lo había nombrado el año pasado embajador del Casco Vello olívico. «Podemos presumir de barrio histórico», resume el director, Eduardo Rolland. Pero Tosar no lo sabía. Ayer reveló que hasta que vio el documental no fue «consciente de lo que estaba pasando en el Novo Vigo Vello».
Su papel es el del espíritu de un viejo marinero que había vivido en la zona portuaria y ahora ve cómo su nieta regresa a vivir a Vigo y se instala en el Casco Vello. Ella, representada por la actriz Antela Cid, se embarca en la filmación de un documental sobre el propio barrio histórico. Esto da pie a mezclar la ficción de Tosar y Cid con la realidad de los personajes que van apareciendo a lo largo. Ofrece un testimonio coral, porque son los propios vecinos los que describen el barrio histórico. Entre ellos, el galleguista Francisco Fernández del Riego, en la que probablemente es la última entrevista grabada del intelectual.
Todo ello, impregnado por eso que Eduardo Rolland llama «presumir» y tratando de ofrecer la imagen de que las cosas están cambiando en el Vigo histórico, que hay gente que lo está repoblando y que existe un futuro. El barrio es, para el director del documental, «un pueblo, una aldea rodeada por una ciudad, una especie de Shangri-La».
En su nostalgia, el espíritu del viejo marinero llega a evocar: «El barrio pudo desaparecer». Por eso al propio Luís Tosar le pareció que rodar ahora este documental tiene «algo de emblemático». Hasta se saca la espina que dejó clavado un reportaje que emitió hace tres años Callejeros en Cuatro, que equiparaba el Casco Vello al hampa.
Emoción
La productora Filmanova produjo el documental con un presupuesto de 175.000 euros financiados por el Plan de Competitividad Turística de Vigo, en el que participan el Concello, la Xunta y el Estado.
A la presentación asistieron 270 personas. La protagonizaron, con Tosar y Rolland, el teniente de alcalde, Santiago Domínguez, el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, el productor Antón Reixa y los actores Antela Cid y Fran Peleteiro. Todos ellos se declararon emocionados. Ahora, el largometraje se presentará a festivales y concursos, a la espera de que la agenda de Luís Tosar permita proyectarlo en Vigo.