José María Millares Sall, fallecido en el 2009, gana el Nacional de Poesía

La Voz MADRID/EFE.

CULTURA

El jurado ha tenido en cuenta «la extraordinaria modernidad» de la obra de Millares, que comenzó a publicar en los años cuarenta, y «que hoy mantiene su vigor»

06 oct 2010 . Actualizado a las 02:05 h.

El escritor canario José María Millares Sall, fallecido en septiembre del 2009, a los 88 años, ganó ayer el Premio Nacional de Poesía con su libro Cuadernos 2000-2009 , una selección de los poemas que escribió en sus últimos años y en los que conviven el amor, el sueño, la enfermedad, la vejez y la ruina.

El jurado ha tenido en cuenta «la extraordinaria modernidad» de la poesía de Millares, que comenzó a publicar en los años cuarenta, y «que hoy mantiene absolutamente su vigor y su primacía como poesía innovadora», explicaron fuentes del jurado.

Hermano del poeta Agustín Millares y del pintor Manolo Millares, el premiado publicó algunos poemas que podrían considerarse «avecindados en el socialrealismo, pero no dejó de incorporar fórmulas que provienen del surrealismo y de otras técnicas poéticas muy distintas» de esa corriente social.

Esta no es la primera ocasión en la que un autor fallecido es galardonado con un premio Nacional. En el 2006, Alberto Méndez, fallecido en diciembre del 2005, ganó el Nacional de Narrativa por Los girasoles ciegos. Además el criterio que mantiene el jurado es que la obra haya sido publicada a lo largo de 2009, y Cuadernos.. . lo fue por Calambur.

El libro merecedor del Nacional de Poesía también figuró entre los favoritos para el Premio de la Crítica, que se falló en abril pasado en Barcelona y que finalmente recayó en Francisco Ferrer Lerín por su poemario Fámulo .

Hombre de cabeza joven

Emilio Torné, director de Calambur, manifestó ayer «la alegría inmensa» que tenían en la editorial por la concesión de este premio a Millares, aunque, lógicamente, ese sentimiento se mezcla con «la tristeza» de la reciente perdida del poeta, dos meses antes de que Cuadernos 2000-2009 viera la luz.

Miralles murió con casi 89 años, pero «tenía la cabeza de un joven» y estaba «muy ilusionado con la buena acogida que había tenido la reedición de Liverpool , un libro del año 49, que no conocía casi nadie.