El ferrolano Fernando F. Rego reúne setenta y dos discografías comentadas de grupos de la comunidad
12 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Por primera vez, según su autor Fernando F. Rego, un libro recopila lo mejor del pop rock gallego desde los sesenta hasta la actualidad. Rego se animó a publicar esta recopilación de setenta y dos grupos musicales, después de llevar años colaborando en la página web lafonoteca.net, donde realiza biografías y discografías comentadas de grupos nacionales. «A raíz de esta colaboración empecé a reivindicar los grupos gallegos, y cuando tuve unos cuarenta hechos empecé a madurar la idea de darle forma de libro», explica. Y así surgió 50 años de pop rock y malditismo, que cuenta con las colaboraciones de músicos como Miguel Costas, Germán Coppini, Nico Pastoriza, Emilio José y periodistas como Xavier Valiño y Xosé Manuel Pereiro (también vocalista de Radio Océano), que realizan una serie de reflexiones sobre lo que supuso este medio siglo en el panorama musical gallego, así como enfoques de movimientos concretos.
El libro empieza en el 58 con la formación de Los Tamara en Noia. Según el autor, en esta época se acaba la etapa de los grupos orquesta, aunque Los Tamara en su primera época lo fueron, y se empieza a hacer un tipo de música más pop. Con los años 60 llegó la censura y estos grupos tuvieron que realizar una labor importante para conseguir que sus canciones compuestas en gallego sonasen. «De alguna manera burlaron la censura porque sus letras no eran tan reivindicativas como, por ejemplo, la canço catalana, sino que se consideraban un poco de feria», explica Fernando.
Los años 70 traen más libertades, aumentan los grupos pero debido a la falta de infraestructuras, que se localizaban principalmente en Madrid y Barcelona, la mayoría de ellos llegaron a grabar. «Hay muchas pinceladas pero muy pocas formaciones de pop-rock», apunta. Rego resalta que aunque la movida de los 80 tuvo como foco principal Madrid, irradió de manera particular en Vigo, donde surgió Siniestro Total. Avanzando en el tiempo, el autor señala que los 90 «supusieron un momento muy rico en cuanto a la creación de un estilo propio gallego: el rock bravú». A modo de conclusión sobre el libro, Rego apunta que Galicia «antes estaba a la cola y ahora es un espejo. Cada vez tenemos más festivales, traemos a más artistas internacionales, y tenemos tres o cuatro conciertos semanales. Algo impensable hace décadas».