La Tate Modern dedicará una exposición a Gauguin

EFE

CULTURA

La muestra incluirá desde óleos, grabados o acuarelas hasta cerámicas, esculturas o objetos decorados y otros personales.

19 abr 2010 . Actualizado a las 16:46 h.

La galería Tate Modern, de Londres, dedicará su próxima exposición de otoño al post-impresionista francés Paul Gauguin (1848-1903) bajo el título de «Gauguin: Forjador de Mito».

Al igual que su amigo Van Gogh, Gauguin es un artista que sigue ejerciendo una enorme fascinación sobre el gran público no sólo como creador de imágenes inmediatamente reconocibles sino por su realmente extraordinaria biografía de genio romántico y bohemio.

También como en el caso del holandés, son numerosas las exposiciones que se le han dedicado en todo el mundo, pero casi todas ellas han destacado determinados aspectos, temas o períodos concretos de su carrera.

La que planea la Tate es, según sus organizadores, mucho más ambiciosa, pues las más de un centenar obras que viajarán a Londres de distintas colecciones privadas o públicas de todo el mundo pertenecen a distintos períodos de su vida e incluirán desde óleos, grabados o acuarelas hasta cerámicas, esculturas o objetos decorados y otros personales.

La completarán libros de apuntes, memorias, cartas y artículos de periodismo, que permitirán hacerse una idea lo más cabal posible de su compleja personalidad.

Nacido en París, Gauguin sintió desde muy temprano una enorme atracción por los horizontes más lejanos, algo que se explica en parte por los cuatro años que pasó en Perú, de donde procedían su familia por vía materna: su abuela, la feminista y proto-socialista Flora Tristán era hija un coronel peruano y una francesa.

Todavía adolescente, se enrolaría en la marina mercante y luego en la Armada antes de volver a Francia, trabajar en la Bolsa de París y casarse con una danesa, de la que tendría cinco hijos mientras se interesaba cada vez por el arte, hacía amistad con otros artistas y comenzaría a pintar junto a otros pintores como Pissarro.

En 1884 se trasladó con su familia a Copenhague, donde siguió con cierto éxito su carrera de corredor de bolsa, hasta que decidió regresar a la capital francesa, esta vez sin su familia, para viajar a Panamá y luego a Martinica en compañía de su amigo y artista Charles Laval.

Una vida tan variopinta, que tras un nuevo paréntesis en Francia, en el sur del país con Van Gogh, continuaría en los mares del Sur, en Tahití y otras islas de Polinesia, actualmente infestadas por el turismo, pero adonde viajó en 1891 escapando de »todo lo artificial y convencional« en la civilización europea, serviría para construir un mito en torno a su persona y al rol del artista.

Según explicaron hoy en conferencia de prensa Belinda Thomson, historiadora del arte y destacada especialista en Gauguin, y su colaboradora Christine Riding, de la Tate, la exposición londinense explorará, entre otras cosas, »las estrategias narrativas« del artista, sus ideas en torno a la religión, la fábula, el mito y la tradición, y su capacidad para la constante innovación.

En los mares del Sur, Gauguin se sumergió en culturas amenazadas de desaparición como la maorí en las que encontró nuevas fuentes de inspiración y de energía para su arte, algo que iba a su vez a influir en el interés por el arte primitivo de artistas posteriores como el español Pablo Picasso.

Entre las obras más destacadas de la exposición, que podrá visitarse del 30 de septiembre al 16 de enero del próximo año, estarán varios autorretratos, entre ellos el que le representa como Cristo en el Monte de los Olivos», de 1889, procedente del museo Norton, de Florida, o el «Autorretrato con Manau tu papau», de 1893, del museo del Quai d'Orsay (París).

Son obras todas ellas que muestran la habilidad del artista a la hora de adoptar alternativamente distintos roles como los de víctima, santo o incluso Cristo hasta el de pecador.

Pero habrá también otras famosas creaciones de distintos períodos: bodegones como el titulado «El Jamón», de la Phillips Colection, de Washington, o «Bodegón con Perfil del pintor Laval», del museo de Indianápolis, obras de inspiración religiosa como «Visión del Sermón», de la National Gallery de Escocia, o «El Cristo Amarillo», de la Albright Knox Gallery, de Buffalo (EEUU).

En la Tate estarán también muchas de las obras creadas en Polinesia como «Parau na te Varua Ino» (Palabras del Diablo), de la National Gallery of Art, de Washington, «Te Poi Poi» (colección particular), «Parahi te Marae», del Museo de Arte de Filadelfia, así como cerámicas, entre ellas la titulada «Autorretrato en forma de cabeza cortada» (1889), del Kunstindusgtrimuseet, de Copenhague.