Relanzan la obra del pórtico de la Gloria sin aclarar cuándo acabará

M. Cheda

CULTURA

Las partes involucradas en la recuperación del monumento acuerdan poner fin a un «largo período de perplejidad»

07 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El programa para el estudio y posterior recuperación del pórtico de la Gloria quedó ayer formalmente desbloqueado después de que las cinco instituciones implicadas en su desarrollo rubricasen en Santiago un convenio de colaboración. Atascados en trámites burocráticos por espacio de hasta 11 meses, esos trabajos ya han sido relanzados en la práctica también, aunque sus promotores eluden de momento aventurar cuándo acabarán. Fechar ahora su conclusión, arguyó en rueda de prensa la restauradora Concha Cirujano, constituiría una «temeridad», pues todavía no ha finalizado la primera fase del proyecto, la de diagnóstico, a la cual seguirán otras tres: redacción de un plan de conservación preventiva, elaboración de una propuesta de intervención y ejecución de esta última. Su cautela contrasta con la de un alto cargo de la Xunta que, compareciendo ante el Parlamento dos semanas atrás, había augurado que todo ello podría despacharse de aquí al 2012.

El concierto de cooperación lo suscribieron la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde; el conselleiro del ramo, Roberto Varela; José María Arias, presidente de la Fundación Pedro Barrié de la Maza, la cual financia con tres millones de euros esta y otras actuaciones complementarias en el entorno; el arzobispo de Santiago, Julián Barrio; y, en representación del cabildo de la catedral compostelana, su deán, José María Díaz. En virtud de dicho pacto, la Administración autonómica se incorpora a la dirección técnica de las obras, que la central venía ejerciendo en exclusiva a través de la citada Cirujano, quien en adelante compartirá funciones con el arquitecto Iago Seara.

Las partes involucradas en la salvación del legado del maestro Mateo convocaron a la prensa a un acto organizado con el objetivo de escenificar el fin de las divergencias de criterio sobre este asunto que había mantenido la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural con las restantes cuatro entidades. Sin embargo, durante la ceremonia pocos eludieron referirse a aquella época de disenso. Díaz la definió como un «largo período de perplejidad, dudas y vacilaciones», mientras que Arias se congratuló de que el Gobierno de Núñez Feijoo hubiese dejado de ser «espectador» de un proyecto «que urge mucho» para convertirse en «actor». «Está ben o que ben acaba», proclamó Varela. «Confío en que esto -dijo Sinde- sea el principio de una etapa muy próspera».