La muestra «Ut(r)ópicos», que arrancará el 2 de junio, se extiende por primera vez a Vigo y Vilagarcía.
19 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La Bienal pontevedresa ha dado un paso de gigante para su proyección internacional, con su presencia en la plataforma por excelencia del arte contemporáneo en España. La feria Arco fue ayer el escenario de lujo para el avance de los contenidos de la muestra, que en su 31.ª edición llevará por título Ut(r)ópicos y estará dedicada a Centroamérica y el Caribe.
Como subrayó el presidente de la Diputación pontevedresa, Rafael Louzán, que estuvo arropado por el comisario de la muestra, Santiago B. Olmo, el nivel de la Bienal después de 41 años de existencia «y la calidad de la oferta creativa» de esta edición, que arrancará el 2 de junio, obliga a la institución a dar este nuevo salto. Al mismo tiempo, la Bienal se presentó también como uno de los atractivos del Xacobeo.
Ut(r)ópicos es el resultado de la unión de utopía y trópicos, para subrayar, según Louzán, «la conexión entre un espacio geográfico que la historia asoció a lo paradisíaco y los proyectos de transformación, emancipación y modernidad que desde ese espacio se fueron produciendo». La Bienal sigue así la línea seguida en anteriores ediciones para establecer un diálogo interterritorial «que pretende resaltar el papel que Pontevedra tuvo en la historia y tiene en la actualidad de auténtico puente de culturas y civilizaciones».
La exposición tendrá como sede central el sexto edificio del Museo de Pontevedra, pero dentro de la ciudad del Lérez habrá intervenciones en otras dos sedes de la entidad y en la Fundación Rosón Arte Contemporáneo, además de la Facultad de Bellas Artes. Pero por vez primera, la Bienal se extenderá a Vigo y Vilagarcía, lo que convierte así a las Rías Baixas «en el rompeolas de todas las culturas», en palabras de Louzán.
Seis exposiciones articularán la nueva Bienal. Ida y vuelta será un recorrido por el contexto histórico-artístico de los países del área, en relación con Galicia, e incluirá obras de Castelao, Souto o Granell. El aguacero, la siesta, el cañaveral, el tabaco proponen una muestra de temas asociados al trabajo y la economía, a la huella de las revoluciones de Cuba y Nicaragua o a los discursos poscoloniales. Migraciones-Mirando al sur abordará el tema de la emigración, mientras que Fricciones planteará el diálogo entre los fondos del Museo y los artistas de la zona y Archiv-acción ofrece un recorrido por la performance, una disciplina con gran arraigo en la región centroamericana. Por último, Tras-misiones presenta una selección de jóvenes creadores a partir del trabajo desarrollado por proyectos independientes de carácter educativo.