Cuando Art Madrid comenzó a andar en el año 2005, nadie daba un duro por ella. La feria nacía como la hermana pobre de Arco, conformada por una selección de galerías que en su mayoría no habían sido admitidas en Ifema.
Le han bastado solo cuatro ediciones para demostrar que gracias a una buena organización ha sido posible convertirse en una alternativa atractiva para el coleccionismo, de manera especial para el coleccionismo español, ya que hay que recordar que únicamente el 10% de las galerías participantes son extranjeras.
Se han establecido en esta convocatoria dos sistemas de intervención: el llamado Programa Galerías, con profesionales internacionales cuya obra sea factible de incluirse en el amplio abanico de las vanguardias históricas, el arte moderno y el arte contemporáneo, y el YoungArt, el capítulo en el que concurren galerías con menos de cinco años, que presentan obras de creadores jóvenes, y galerías de más de cinco años, pero que solo llevan la obra de un autor menor de 40 años.
Cinco galerías gallegas tendrán su estand en el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo y, a excepción de Atlántica, que comparte espacio con la galería madrileña Tizas, Trinta, Moret Art, Marisa Marimón y Metro apuestan por llevar una representación generosa de los artistas que trabajan habitualmente con ellas.
El nuevo Arco
Por otra parte en Arco el interés de esta nueva edición reside en comprobar los resultados que se obtienen después de la polémica surgida en los meses previos a la inauguración entre algunos de los galeristas y el comité asesor. A priori la impresión general es que la feria, que este año cumple veintinueve años de vida, no parece aportar muchos cambios: se ha vuelto a ser exigente con las galerías españolas y complaciente con las que proceden de fuera. La estrategia tiene la intención de atraer al coleccionismo no nacional, una postura adoptada desde que Lourdes Fernández fue nombrada directora de Arco.
Además del programa general y Arco40, hay lugares específicos para las nuevas tecnologías y para los artistas más jóvenes en Solo Projects, Expanded-Box, Cinemaloop y Performing Arco. En el espacio internacional la invitada será la ciudad americana de Los Ángeles. Las únicas galerías gallegas que han logrado poner una pica en Flandes han sido Adhoc, Factoría Compostela y Bacelos.
Por último cabe decir que, aunque la sombra de la crisis planea sobre las ferias de arte contemporáneo, este año se suma una nueva cita, también en Madrid, Just Madrid, que estará dedicada en exclusiva a emergentes y se celebrará entre los días 18 y 21 en el distrito de Arganzuela.
Madrid vivirá paralelamente a la celebración de las dos ferias de arte un febrero artístico en las distintas instituciones expositivas de la capital. Monet, que estará en la Thyssen, Miquel Barceló en CaixaForum o también la presencia de los tesoros del Musée D'Orsay convertirán el centro de la ciudad en la «milla de oro» de arte.
Con doble sede del Museo Thyssen-Bornemisza y en la casa de las Alhajas de la Fundación Caja Madrid, Monet y la abstracción se centra en las obras más significativas de la última etapa del gran maestro impresionista francés. Un recorrido planteado desde una perspectiva diferente y hasta ahora nunca vista.