Las imágenes del artista vigués han recibido premios como el de la Federacion Internacional del Arte Fotográfico
28 ene 2010 . Actualizado a las 12:11 h.Se llama Gregorio Mallo, tiene 36 años, nació y vive en Vigo y aunque se gana el pan como técnico de iluminación, su gran pasión es la fotografía. Mallo empezó a familiarizarse con las cámaras antes de cumplir los 20 años. Sus primeros pasos estuvieron muy marcados por su aprendizaje en la Agrupación Fotográfica Gallega. Montar su propio laboratorio de revelado en casa de sus padres fue otro paso que le proporcionó práctica y conocimientos, pero tras la irrupción de la técnica digital, las primeras reticencias pronto se convirtieron en infinitas posibilidades, aunque advierte: «Para llegar a la edición digital considera imprescindible haber estudiado y explorado las técnicas más antiguas en fotografía analógica». «En mi recorrido me he fabricado mis propias cámaras profundizando en la fotografía estenopeica», asegura.
Como tantos aficionados, agarró su cámara e hizo miles de disparos por su cuenta. «Yo ya había iniciado mi futuro laboral en el mundo de la iluminación profesional, dudé incluso en estudiar la carrera de Imagen y Sonido, pero finalmente la fotografía se mantuvo hasta hoy como mi gran pasión», confiesa.
Ronsel de galardones
Al principio, comenzó presentándose tímidamente a concursos locales. Ganó y siguió animándose. El tiempo le ha dado la experiencia y la confianza suficiente para crecer como artista y también le ha dado la razón al recibir a cambio, en los últimos dos años, una multitud de galardones que lo convierten en el fotógrafo gallego más laureado. La lista es larga, pero empecemos por lo más próximo: primer premio y medalla de plata de la Federación Internacional del Arte Fotográfico (FIAP) en la V Bienal Internacional Agfoval; medalla de oro a la Excelencia Trierenberg Super Circuit 2009 (Austria); mención honorífica de la Photographic Society of America (PSA) en el primer Negeri Sembilan International Salon of Photography 2009 (Malaisia); mención de honor en la 45 International Exhibition of Photography (California); primer premio del concurso anual de la revista SuperFoto en el 2008 y segundo en el 2009, y mención honorífica en la 1.ª International Bienal Digital Ripollet Image 2009.
Después de tanto respaldo, el siguiente paso lógico es una exposición: «Espero poder acabar de darle forma pronto y contar con el apoyo necesario», dice.