Un simposio analiza cómo avivar el turismo desde la arqueología

Jesús Manuel García

CULTURA

Los vestigios antiguos han de complementarse con lo natural, con la gastronomía o con la etnografía del lugar

19 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

En el turismo cultural tradicional los expertos empiezan a ver un desgaste. Así, la profesora Amalia Pérez-Juez Gil señala que los museos, las catedrales, los castillos o palacios «pertenecen a una oferta saturada que tiene que completarse con otros productos como los arqueológicos». En Bande se celebra desde ayer un simposio precisamente para analizar cómo potenciar el turismo cultural a través de los vestigios arqueológicos y su entorno.

El catedrático Antonio Rodríguez Colmenero asegura que queda mucho por hacer entre Galicia y el norte de Portugal: «Esas fronteiras mentais xa non son estruturais e fai falta que desaparezan, que haxa máis comunicación dos pobos para o turismo». Señala que en el fondo se pretende un plan turístico arqueológico para la Vía Nova, entre Braga y Bande.

José Manuel Iglesias, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Cantabria, defiende una oferta de turismo integral operando con sinergias de las Administraciones y del capital privado y la conjunción del medio ambiente y del patrimonio monumental con los yacimientos arqueológicos y la etnografía. «No podemos visitar un lugar arqueológico e ignorar un bosque autóctono que tengamos a nuestras espaldas. Tampoco visitar el campamento romano de Aquis Querquennis y no ir a ver la iglesia visigótica de Santa Comba, que está al lado». Este catedrático indica que hay que hacer paquetes que incluyan lo arqueológico, lo artístico, lo etnográfico, lo natural y la gastronomía. «Que la gente pueda conocer sus pueblos, qué es lo autóctono y lo importado». Para ello, Iglesias ve un buen futuro, por ejemplo, con el senderismo. Advierte que queda mucho por hacer para promocionar un buen turismo arqueológico combinado con otros elementos, que es una vía de ofrecer empleo. «Se necesitan guías a la carta que expliquen desde la vegetación hasta la forma de vivir la gente, su etnografía, arqueología, cultivos, todo».

Ermendino Cunha, del Servicio de Arqueología de Braga, señala que en esta ciudad el turismo arqueológico aún no se asienta, aunque se conozca bien su arquitectura religiosa. «Aínda temos infelizmente un turismo estacional en función das manifestacións e patrimonio relixioso», dice. Y Braga puede ofrecer ya al turismo luso y español una oferta arqueológica interesante, «sitios visitables e velos dunha forma integrada» por portugueses y gallegos, pues ese patrimonio es común.