Una artista gallega idea y construye un parque escultórico en Madrid

Luis P. Ferreiro

CULTURA

María Carretero planteó el espacio «Esfera interior» como un lugar para la meditación y la amistad

13 ago 2009 . Actualizado a las 11:53 h.

La escultora gallega María Carretero, que tiene en su haber obras como el Homenaje al peregrino que se puede ver en su Sarria natal, ha inaugurado recientemente en Madrid Esfera interior. Poesía y música en el entorno , su último proyecto escultórico ubicado en el parque del barrio del Señorío, en Navalcarnero (Madrid). La obra contó con un presupuesto inicial de 10 millones de euros, que tuvo que ser ampliado en dos ocasiones.

Agua, acero, la piedra de Finlandia, el granito gallego de O Porriño, las pizarras de Pol y las filitas rojas de Lampazas dan vida a esta intervención concebida por la escultora como «un espacio para la meditación y la amistad». María Carretero comentó que el conjunto se creó con la referencia de unos olivos que condicionaron toda la estructura del parque, como muestra de la interacción que pretendía entre espacios escultóricos y naturales.

Durante tres años, la escultora ideó y construyó este conjunto formado por tres espacios: el Templete de la poesía , las Pérgolas musicales y el Bosque de piedra . Creado «desde el vacío», el parque está basado en el estudio del espacio y del paisaje que ha transformado unos terrenos baldíos próximos a una zona residencial, en un encuentro con la naturaleza de los materiales. En el total de la ambiciosa obra, la riqueza del granito gallego interactúa con la piedra de Sudáfrica y el cristal italiano dialoga con la piedra de Finlandia. La propia escultora reconoce que sus principales influencias estéticas, «su espejo», son el tratamiento a los espacios que se hace en Inglaterra, Japón y Finlandia. Su relación con el país escandinavo va más allá, e incluso la embajadora de ese país acudió al acto de presentación del parque y le dedicó unas amables palabras a la artista sarriana.

Tres núcleos

Todas estas características se palpan en los tres núcleos que forman este proyecto. El Templete de la poesía , dedicado al poeta nicaraguense Rubén Darío, consiste en un área a modo de anfiteatro, con dos sillones de piedra principales de gran volumen y 26 piezas de granito de Finlandia, de diferentes alturas y medidas. La obra también recoge una selección de tres poemas de Darío, grabados en piezas únicas a modo de libros-jardinera «para invitar a los paseantes a la lectura y contemplación del paisaje y pensamiento», según palabras de Carretero. Esta pieza, planteada como un punto de encuentro, está dedicada al poeta, aparte de porque todas las calles de los alrededores llevan nombres de literatos, por la fuerte relación de Darío con Galicia a través de Valle-Inclán. El eje central de este núcleo es el impresionante Faro del conocimiento , de 20 metros de altura y fabricado en acero.

Por otra parte, se encuentran las Pérgolas musicales , un conjunto formado por dos jardineras monumentales de granito de O Porriño, un monolito y una fuente en granito de Finlandia. En este núcleo se puede ver de forma más clara la interacción con la naturaleza, al compartir espacio con los olivos que condicionaron todo el parque. Esfera interior se completa con el Bosque de piedra , «un guiño a Galicia», según Carretero, formado por ocho piezas monumentales de granito verde sudafricano de entre 20 y 30 toneladas cada una, por las que fluye el agua.