La actriz mexicana se mete en la piel de «una mujer adelantada a su tiempo» en este melodrama que se estrena el viernes.
23 jul 2009 . Actualizado a las 21:06 h.A la actriz Ana Claudia Talancón le ha merecido la pena lo mucho que le costó ser, en el mismo día, una cándida adolescente y una mujer insensible y manipuladora. «Como no rodamos en orden cronológico, en cuestión de horas, mi personaje tenía treinta años o quince», recuerda la protagonista femenina de Arráncame la vida.
Este melodrama histórico mexicano es la adaptación de la primera y exitosa novela de Angeles Mastretta, autora a la que Talancón admira, no sólo por haber creado un personaje femenino «tan potente» como Catalina Gúzmán, también «porque me ayudó mucho a componer a esta mujer. Hable con ella y, por su humor, su sensibilidad y lo práctica que es, estoy segura que Mastretta es Catalina», dice.
Amor, poder, asesinatos y música son los ingredientes de la que es una de las producciones más ambiciosas y costosas del reciente cine mexicano. Un drama que puede ser un empujón para la carrera de la guapa intérprete mexicana, quien, como la mayoría de sus compatriotas, nació en los culebrones televisivos.
Talancón, que desafía a la mala suerte con un veraniego vestido amarillo, se siente en nuestro país «como en casa. Mi abuela materna es madrileña, intento venir aquí una vez al año. Y, claro, me gustaría mucho poder trabajar en España», confiesa.
Los astros Gael García Bernal y Diego Luna han sido parejas profesionales y personales de Talancón, que ha conquistado a más de dos millones de mexicanos con esta producción que el viernes se instala en nuestras carteleras.
«Estuve detrás del proyecto seis años. Rezaba cada vez que se retrasaba para poder sentirme más cómoda en el papel de mujer madura, momento que llegó cuando hice la última prueba, a los 27 años -ahora tiene 29-. Además, me dio mucha confianza la química que, desde el primer momento, tuve con Daniel Giménez Cacho», recuerda.
En México gustan los machos
El crimen del padre Amaro y El amor en tiempos de cólera son, hasta ahora, las películas más significativas de Talancón, que cuando supo que el papel era suyo «me compré la novela y la leí de un tirón. Ensayar durante dos meses fue fundamental para desglosar todos los estados por los que pasa Catalina, una joven enamorada y fascinada por su marido, del que, cuando se desenamora, cambia su forma de moverse, vestirse, peinarse... Es una mujer adelantada a su tiempo porque en el México de los años 30 y 40 las mujeres no se expresaban como ella, estaban en la cocina con los hijos, y tener un amante era impensable. De todas formas, hay muchas Catalinas todavía. Vivimos en un mundo machista y nos siempre es por culpa de los hombre, en ocasiones es por la posición que adoptan algunas féminas de ser mantenidas, de aguantar lo que sea. En mi país gustan los hombres fuertes, imponentes, los machos», advierte.
En Arráncame la vida se dibuja a una mujer casada con un machista, dominante y corrupto militar con aspiraciones políticas. «Hay tanta pasión en esta historia que no sé si los estadounidenses lo van entender. Pasó con Amor en tiempos de cólera, no comprendieron que uno espere ochenta años al amor de su vida», dice.
Vive en Los Angeles, pero va muy a menudo a su país, donde el cine está marcado por los «reyes» Iñárritu, Del Toro y Cuarón.
«Ellos son internacionales porque el cine es un lenguaje universal. En cualquier parte del mundo encuentras a un grupo de personas apasionadas por hacer cine, no importa el idioma ni la fronteras. Si eres bueno, te pedirán de cualquier parte del mundo», declara la actriz, que, como ejemplo, cita que el director de fotografía de la cinta es Javier Aguirresarobe.