La falta de medios cierra los museos gallegos en las épocas de más visitas

CULTURA

18 may 2009 . Actualizado a las 10:15 h.

Los peregrinos y turistas que durante los meses de julio y agosto el año pasado llegaron a Compostela no pudieron visitar el Museo de las Peregrinaciones y de Santiago. Estaba cerrado «porque non temos personal», apunta su director, Bieito Pérez. La casa museo de Emilia Pardo Bazán recibió cartas y correos electrónicos calificando de vergüenza que esté cerrada durante el mes de agosto. «Non podemos pagarlle a un vixiante, que é o que precisamos en agosto para poder abrir», explica su responsable, Xulia Santiso. El día 1 de este mes de mayo coincidieron en el puerto de A Coruña tres trasatlánticos con unos 6.000 turistas; «non saben nin como chegar á torre de Hércules, porque non hai un espazo axeitado de recepción de visitantes», denuncia Felipe Senén, museólogo y presidente de la Asociación de Amigos dos Museos de Galicia. Senén extiende esta carencia de guía e información a los visitantes a lugares como «Santa Trega, Fisterra, as murallas de Lugo ou San Andrés de Teixido» y dice que dicha ausencia da lugar a la presencia de chiringuitos.

Museos y turismo sostenible es este año el lema del Día Internacional de los Museos, que se celebra mañana, una conmemoración convocada por primera vez en 1977 por el consejo internacional de estos centros.

También José María Bello, director del museo arqueológico del castillo de San Antón, en A Coruña, defiende la necesidad de «darlle un bo servizo á xente que queira vir a visitarnos». De todos modos, afirma que en Galicia los museos «son un mundo moi deslavazado; non está organizado porque somos moi desiguais, é un colectivo moi diverso no que cada un ten a súa situación e os seus problemas moi diferentes».

De todos modos, apunta que los alrededor de 140 museos que hay en Galicia están integrados en la red del Consello Galego de Museos, dependiente de la Consellería de Cultura. Es este organismo el que autoriza la creación de un nuevo museo o la puesta en marcha de una colección visitable.

Esa diversidad de museos, distintos a las colecciones visitables (como la de pintura y escultura de la Fundación María José Jove), a los parques etnográficos como el de O Cebreiro o a los centros de interpretación como el Pobra de Trives, debe ser aprovechada, según Senén, para, «en función das necesidades do contexto no que se atopa, ter uns horarios eses días que pode haber máis xente». Además, lógicamente, defiende la necesidad de dotarlos de unos servicios mínimos de los que en muchos casos carecen.

Felipe Senén recuerda que musealizar «é algo máis que colgar uns carteis» y defiende la necesidad de poner en marcha en Galicia la ciencia de la ecomuseología para «aprender a sacarlle rendabilidade aos museos que é algo que non acabamos de crer que é posible, cando vemos sitios que ¡vaia si viven da cultura!: non hai máis que ir a Exipto, Grecia ou México, onde os turistas van ver monumentos». Como ejemplos más cercanos, apunta a Asturias y Portugal como lugares donde «están facendo moi ben a recepción de visitantes, onde tes aparcamento e un bus ecolóxico que te leva ata o sitio». En la misma línea se pregunta qué hacen los museos gallegos con la promoción comercial.