Un apartamento reconvertido en una cueva de cristales opta al premio Turner

EFE

CULTURA

Los artistas seleccionados «tienen mucho en común», ya que todos comparten su formación como pintores, aunque sus obras se alejan de lo tradicional e incluyen también esculturas y demás soportes.

28 abr 2009 . Actualizado a las 16:50 h.

El jurado del premio Turner de arte contemporáneo ha elegido a los cuatro candidatos de este año y entre las obras seleccionadas figura un apartamento abandonado y en ruinas que fue reconvertido en una especie de cueva llena de cristales azules.

Los artistas seleccionados «tienen mucho en común», ya que todos comparten su formación como pintores, aunque sus obras se alejan de lo tradicional e incluyen también esculturas y demás soportes.

Así lo explicó hoy un miembro del jurado, en la rueda de prensa de presentación de la lista de candidatos al premio Turner, celebrada en la Tate Britain de Londres.

Enrico David, Roger Hiorns, Lucy Skaer y Richard Wright son los finalistas de este año, que será la vigésimo quinta edición del polémico galardón, cuyo ganador se anunciará el 7 de diciembre.

Las obras seleccionadas tienen en común el punto transgresor y original por el que sus creadores se caracterizan, aunque en cualquier caso están lejos de ser tan controvertidas como algunas piezas galardonadas en anteriores ediciones del Turner.

La creación más sorprendente entre las elegidas es la de Roger Hiorns, quien en «Seizure» aprovechó un apartamento en ruinas situado en el sur de Londres para crear una especie de cueva llena de cristales azules.

«Es como un alquimista moderno. Usa materiales ordinarios y los transforma en algo mágico», señaló la portavoz del jurado.

Enrico David ha sido elegido por dos exposiciones «profundamente provocadoras» que albergaron el Museum für Gegenwartskunst de Basilea (Suiza) y el Museo de Arte de Seattle (EEUU), mientras que Lucy Skaer opta al premio con una instalación que combina escultura y pintura.

El cuarto candidato, Richard Wright, definido por el jurado como «un pintor fascinado por la arquitectura, la geometría y las matemáticas», ha sido seleccionado por un trabajo que ha expuesto en la Galería Ingleby, de Edimburgo (Escocia).

La polémica ha acompañado a este premio británico desde su creación ya que ha distinguido a artistas como Damien Hirst, quien en 1995 se alzó con el galardón con una vaca descuartizada y conservada en formol.

Otro ejemplo es la obra de Tracey Emin, quien sorprendió en 1995 al quedar finalista con una cama de sábanas sucias, rodeada de colillas de cigarros, una botella de whisky y de su propia ropa interior.

El premio lleva el nombre del pintor inglés J.M.W. Turner (1775-1851) y reparte un total de 40.000 libras (unos 44.000 euros), 25.000 (28.000) para el ganador y 5.000 (5.600) para cada uno de los otros tres finalistas.

Un grupo de artistas británicos, los «stuckistas», suele quejarse de que el galardón premie sobre todo a artistas conceptuales cuyas instalaciones poco tienen que ver con la pintura, género en el que destacó Turner.

Al premio, instituido para promover el debate público sobre el arte contemporáneo, sólo pueden optar los artistas menores de 50 años que residan en el Reino Unido o vivan en el extranjero pero posean la nacionalidad británica.

El director de la Tate Britain y presidente del jurado, Stephen Deuchar, destacó hoy que su importancia estriba en que hace que «el público británico hable al menos una vez al año de arte contemporáneo», y recordó que el año pasado vieron las obras seleccionadas un total de 92.000 personas.