Tania Llasera: «He llegado a tener 300 y pico pares de gafas»

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Su chico la llama el terremoto de las redes porque atrae las polémicas. Cuando no es su barriga, es su perra Mila y cuando no, Pepe Bowie, su hijo. «No hay nada peor en el mundo que resultar insípida». No es su caso. Ya lo decía su madre...

29 abr 2017 . Actualizado a las 05:15 h.

Si hay un adjetivo que define a esta vasco-inglesa es «natural». Transparente como la vida misma, a veces ser como es, le trae problemas.  Tania Llasera  lo tiene claro: ‘No voy a cambiar, no me da la gana’. Tiene demasiada confianza en sí misma como para hacerlo. En parte gracias a su hijo Pepe Bowie, que con solo un añito le ha hecho ver la vida en otra dimensión.

-Hablo con la voz de La Voz.

-Hablas con la voz de las redes sociales de «La Voz».

-¿Alguna vez has cogido el micro y te has puesto a cantar?

-¡¡Hombree!! Yo he cantado en La Voz, otra cosa es que los coaches no se dieran la vuelta. Lo he intentado y sé lo que es, y es muy duro.

-Lo tuyo son los vídeos, tienes alma de youtuber.

-¿Ah sí? Muchas gracias. Lo disfruto mucho.

-Hablando de redes sociales, ¿tienes la sensación de que hagas lo que hagas te van a salir haters? Hay veces que te excusas antes de que te ataquen.

-Cuando subes algo y sabes que va a ser polémico intentas adelantarte, pero jamás llegas a imaginar todo lo que la gente puede pensar de ti. Siempre me sorprenden las redes, la gente. Hay cosas que subo sin pensar que va a pasar nada y se monta la de dios. Nunca se es experta en polémica, y esto es lo bonito que tienen, que no dejan de sorprenderte.

-Tu chico dice que eres el «terremoto de las redes». Hay gente que contigo está a la que cae...

-Sí, a ver yo lo entiendo, tú te expones a subir a redes, a ser expansiva. Yo soy así, no puedo cambiar, me gusta ser así y no me da la gana de cambiar. Yo voy a seguir siendo todo lo natural que soy en redes, y si la gente se hace eco y soy un terremoto, pues bienvenido sea el terremoto, a ello me dedico ¿no? La comunicación, en parte, también es crear polémica, que se hable de ti...

-Lo importante es que hablen de ti, bien o mal.

-Pero eso ya lo decían en la carrera. Lo importante es que estés en el candelero, que se hable de ti, ya sea bien o mal, pero que se hable. No hay nada peor en el mundo de la comunicación que resultar insípida, no transmitir, no dar que hablar.

-Tal y como está el patio, una ya no sabe si es mejor decir que es buena o mala madre.

-Es muy relativo y muy subjetivo. La persona que lo tendría que decir es mi hijo, que de momento solo dice agua o plátano. Todas somos malas madres en parte y buenas madres en parte, todas tenemos nuestra fuerza y acabamos encontrando nuestro camino. El mejor consejo me lo dio mi madre, que me dijo: ‘Tú conoces a tu hijo mejor que nadie, tú sabes lo que tu hijo necesita, tú pasas más tiempo con él que nadie, así que confía en tu instinto como madre’. Y eso fue lo que hice a rajatabla.

-¿Hay mucho postureo en la maternidad?

-Claro que sí. Sobre todo ahora con las redes sociales. Hay un término, que vi en el telediario, que en las redes sociales al final nunca subes la foto más fea tuya, subes la más bonita o el sitio más exótico, y al final parece que todos tenemos una vida fantástica, y no. Todos tenemos momentos de bajón, nos salen granos y momentos horribles, pero eso no lo vas a enseñar porque en teoría no interesa, pero al revés, es lo que más interesa a la gente si eres famoso. Como los famosos obviamente vivimos entre algodones, da mucho más morbo ver... Pues igual con los «argg», que unos tienen celulitis o engordamos, como yo cuando dejé de fumar... Al final la realidad es refrescante.

-¿Se necesita más naturalidad?

-Se agradecería. Yo lo agradezco cada vez que me la encuentro. Ahora estoy saliendo en Pasapalabra con una chica, Adriana Torrebejano, que es maravillosa, es española y es natural, ¿por qué no hay más gente así? ¿Por qué todos acaban siendo como más artificiales? ¿Creen que es lo que se espera de ellos o se pierden por el camino? También es chungo el mundo del famoseo, no os creáis que es fácil, al final cada uno se hace su coraza para protegerse. Lo mío al final es que tengo exceso de confianza.

-Transmites mucho.

-Yo creo que pienso poco, que es lo que me dice mi marido, por eso soy un huracán. Mi madre siempre me dijo desde pequeña que era muy buena comunicadora, yo me acuerdo que quería ser peluquera, actriz.... y ella siempre me decía: ‘¡Que no! Que lo tuyo es la comunicación’... Y yo obcecada, porque hay una edad en la que parece que cada cosa que dice tu madre, al revés. Pues al final tenía razón.

-¿Tienes más de inglesa o de española?

-De española. Soy una española, nacida en el País Vasco, que estoy salpimentada de momentos británicos: soy superpuntual, tengo mucha libertad para hablar del tema sexual, que aquí no abunda, y luego la naturalidad también es británica. Y mi amor por la comida es muy vasco. Mi padre cocina genial.

-A ti tampoco se te da mal, ¿cuándo te nació este gusanillo? ¿En el momento que empezaste a llevar una vida sana o antes ya te gustaba?

-Siempre me ha gustado meterme en la cocina, de hecho en mi colegio, en 3.º de EGB dimos clase de repostería, y tenía muchos libros y siempre me ha gustado cocinar, aunque sí que es verdad que desde que dejé el tabaco y me dio por la vida sana, a correr y todo esto, me lo tomé más en serio. Además basta que te digan que estás gorda para que te metas en la cocina a cocinar. Decís que estoy gorda, pues dos platos de lentejas.

-Dices que ha sido el mejor año de tu vida. ¿Qué te ha dado Pepe?

-Todo. Me ha dado muchísima confianza en mí misma, de alguna manera si eres madre como que eres adulta, le da otra dimensión a la vida, otra sabiduría, más humilde, te transforma, te madura pero a la vez te inmadura, una cosa extraña pero maravillosa. Un viaje sin retorno que no deja de sorprenderme.

-Después de Pepe Bowie, ¿nos vas a sorprender con el nombre del segundo?

-Ay, pues creo que lo he decidido hoy. Lo he soñado, pero no te lo puedo decir porque no se lo he dicho ni a mi marido, pero he soñado con el nombre y es un animal.

-¿Qué gerundio es el que más practicas?

-Sonriendo. Me paso la vida sonriendo.

-Dos curiosidades para terminar. ¿Cuántos pares de gafas tienes?

-Muy buena pregunta. No lo sé. La última vez que conté llegaban a trescientos y algo. Entre gafas de ver y de sol... las que me regalan, las que yo he comprado, de bodas... Regalo muchas, todo el mundo que viene a mi casa, mi cuñada, por ejemplo, entran, se las prueban y yo les digo: ‘quédatelas’. Me gusta mucho coleccionar gafas de sol porque la verdad, tengo una cara que todo me queda bien, en cuanto a gafas tengo una nariz importante y es como un buen pedestal para gafas. Ahora tendré menos, unas ciento y algo.

-¿Tu estilista es tu ex?

-Nooo. Eso me lo hicieron como un meme por una gala que salí con un look de leopardo, me hizo tanta gracia que puse algo así como: ‘Es mi estilista, es mi ex y me odia’. Era una broma que me hizo mucha gracia a mí, y la subí. Era autodenominarme hortera.