El currículo se queda ciego

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OJOS QUE NO VEN... Prejuicios que no se sienten. Ese es el lema de este nuevo formato en el que el aspirante no aporta datos que puedan ser discriminatorios. Una experta nos habla de él.

18 feb 2017 . Actualizado a las 10:17 h.

Tu universidad de origen o tu edad dejarán de ser un impedimento para encontrar trabajo. Eso es lo que pretende el currículo ciego, un nuevo formato procedente de Inglaterra que poco a poco va haciéndose un hueco en las empresas españolas. Una nueva forma de presentarse con la que tu currículo no acabará en la papelera de reciclaje a la primera de cambio. El hecho de que no puedan descartarte en una fase inicial del proceso de selección te da la oportunidad, al menos, de pasar a la siguiente. Ainhoa Mallo, coach organizacional y personal, asegura que el currículo ciego «va más allá de la foto y de la escuela en la que te formaste. Se trata de buscar el talento oculto, independientemente de dónde venga y se llame como se llame». En esta línea van los datos que se ocultan en este tipo de currículo. «Se oculta la foto, y a veces el sexo y la edad», indica Mallo, que añade que llegado el momento de la segunda fase ya no se oculta este tipo de información.

Contra el elitismo

La idea inicial surgió a raíz del descarte automático que en muchas empresas se hace de un currículo solo por la escuela de procedencia del candidato al puesto de trabajo. Pero ¿vivimos realmente en una empresa tan elitista? La experta dice que sí. «Se sigue contratando mucho a raíz de las principales escuelas y universidades. Un buen ejemplo de ello son las escuelas de finanzas o cualquier área relacionada con el plano ejecutivo o sectores como el de los ingenieros o los médicos», destaca. Este formato importado desde Inglaterra funciona muy bien, dice Mallo, para las primeras reclutaciones de procesos voluminosos. En este sentido, queda descartado el mes de prueba que proponen muchas empresas para constatar las capacidades de un nuevo empleado. «Si recibes mil currículos, ¿qué haces?, ¿cómo los pruebas?», señala la coach, que reconoce que cuando se busca a una persona muy determinada «se sigue tirando de referencias». Pero en esas fases iniciales de otro tipo de procesos el currículo ciego puede beneficiarnos mucho y perjudicarnos muy poco. Al fin y al cabo, están valorando tu talento antes de poder rechazarte por ninguna otra cosa. Eso sí, se complementa con más actividades para las que sí que se requerirá posteriormente de tu presencia. «Ahora suele haber cuatro fases en las entrevistas laborales», explica Mallo, que las enumera: «primero la revisión del currículo o, incluso, de la carta de motivación en el caso de que se adjunte; después vendría la dinámica de grupo con los candidatos por los que la empresa se ha interesado para dar paso a algunos exámenes psicotécnicos y, finalmente, a las entrevistas personales».

Esto de las dinámicas de grupo merece una mención especial, porque ahí puedes enfrentarte a casi cualquier cosa. «Se hacen muchas actividades y juegos para que los coaches y el personal de recursos humanos de la empresa capten tus habilidades. Con los juegos los candidatos bajan sus barreras de competitividad y empiezan a reaccionar de forma natural y a hablar de sus vidas», asegura la experta, que tiene claros algunos de los más recurrentes en estas sesiones: «Los de piezas de Lego, el de cartas de Points of you y el Scalextric triunfan». Pobre del que no se defienda con ellos.