CADA DÍA NOS GUSTA MÁS LA RUBIA Y cada noche, también. Son muchos los que han dejado de pedir copas para colgarse del cuello del botellín. Hablamos con varios locales para que nos cuenten qué beben ahora las aves nocturnas.
04 feb 2017 . Actualizado a las 05:25 h.Últimamente la escena es casi siempre la misma. Uno sigue anclado en el ron con Coca-Cola y descubre que no, que ahora no se bebe eso. ¿Se ha quedado anticuado el cubata? Es posible. Al menos así nos lo confirman varios locales de referencia de la noche gallega. Vamos a ver qué se cuece por ahí. O, mejor dicho, qué se bebe. Lanzamos la pregunta: «¿Estamos bebiendo más cerveza por la noche? El más rotundo es Emilio Ron, propietario de locales tan de referencia en A Coruña como Playa Club, Marita Ron, Fika, El Olivo o Asociación de Artistas. «Eso es totalmente acertado, y puedo avalarlo con datos. En el Playa Club no vendíamos casi ni una cerveza, comprábamos una caja a la semana. Ahora traemos entre 60 y 70 cajas por semana. Y además la gente la quiere en botella, no te la acepta en barril», concreta el hostelero.
La crisis y la creación de cervezas premium entra dentro de la explicación de Ron, que la sitúa entre la gente joven. Luis Diz, gerente de la sala Pelícano, no tiene la misma percepción cuando la sesión es puramente discotequera. «Ni un 5 % de la facturación es con la cerveza», apunta.
Eso sí, cuando toca hablar de conciertos la tendencia cambia. «Cuando ofrecemos conciertos en la sala, sobre todo los de música indie, sí que se consume mucha cerveza», reconoce. Diz localiza uno de los motivos por los que en Pelícano, a excepción de los conciertos, la mayoría opta por la copa: «Cobramos entrada, y la entrada incluye una consumición. La gente suele elegir la copa para amortizarla», señala.
RUNNING Y NO RESACA
Muy interesante es lo que cuenta Miguel de la Cierva, propietario del emblemático Náutico de O Grove. Él nota la tendencia cervecera, sobre todo, en los últimos cinco años: «Se suman muchas causas parciales, pero en definitiva la máxima ya no es salir de viernes a domingo para cicatrizar de lunes a jueves. La crisis también hace mella en este sentido, y se produce un cierto contagio entre la gente», afirma. Pero la madre de las causas en los últimos años es, asegura De la Cierva, la filosofía de deporte y vida sana que inunda todo. «Está más lleno el Decathlon que los afters y más gente haciendo running el domingo que de resaca», sentencia el hostelero, que añade: «Lo que no era normal era lo otro, sobre todo si nos comparábamos con cualquier otro país de Europa. El nivel de alcoholismo era demasiado alto, la gente contaba las copas y se presumía de estar borracho cuando ahora resulta un poco vergonzoso. Incluso había discotecas de domingo en las que estaba más de uno que trabajaba al día siguiente tomándose la cuarta copa».
La variedad de cervezas que han ido saliendo al mercado también tiene algo que ver. «A día de hoy hay cervezas artesanas, todo es consecuencia de la bajada de lo estandarizado en el mundo de la copa», asegura. Antes no era así. «Hace veinte años, y hago veinticinco ahora, se vendía poquísima cerveza, todo el mundo iba a copas. Sin embargo ahora te tomas una copa y ya te cuesta mucho más», afirma.
Los controles de alcoholemia son, entre otros, el factor que Alba López, responsable de gestión de eventos de Moom 57 y Atlántico 57, pone de relieve a la hora de evaluar la bajada del consumo de cubatas en la noche. «En el Moom, que ya es discoteca, no se beben tantas. Se siguen pidiendo copas, a no ser que haya música en directo. Ahí sí que aumenta mucho la demanda de cerveza», apunta la hostelera, que no obstante asegura que en el Atlántico sí que se piden muchas cañas y muchas cervezas.
«Si sales y no te vas tarde para casa, seguramente sea preferible tomarse unas cervezas y no arriesgarse a dar positivo en los controles de alcoholemia. Además, creo que por aquí se está poniendo de moda la cerveza», opina López. Pues parece que sí.