Un libro de estados de Facebook

YES

31 dic 2016 . Actualizado a las 05:05 h.

MARCOS MÍGUEZ

La actriz gallega Bárbara Grandío, en la imagen, ha conseguido algo que parecía imposible. «No es un cómic, ni una novela... Es difícil de explicar», comenta mientras me muestra un ejemplar de su primer libro recién salido del horno. Lo que logró es reunir sus estados de Facebook en esta obra que esta última semana del año se puso a la venta. Lo abro por una página al azar. Junto a una ilustración leo: Decir pizza correctamente sin parecer gilipollas es dificilísimo. Paso la página, otro dibujo y la frase: El fuet: ¿Se pela o no se pela? Y así unas cuantas decenas más, que van desde reflexiones vitales, a anécdotas pasando por situaciones vividas. «La mayoría son inventados, aunque hay algunos que me han pasado. A raíz de ir publicándolos en las redes sociales, sobre todo Facebook, mucha gente me animó a recopilarlos», relata esta mujer a la que hemos visto en producciones teatrales y televisivas como Los miércoles no existen o Gran hotel, por citar solo algunas. Reconoce que, al principio «no confiaba en mis propias locuras pero un profesor y director de cine, David Plana, me dio muchos ánimos, al igual que el actor Javier Rey, que acaba de terminar Velvet», destaca. Precisamente Javier, también gallego, es el autor del prólogo de Umor y hamor, que es como se titula la recopilación de estados de ánimo de Bárbara. «Se me ocurrió cambiar la hache. El que lo entienda ya tiene humor», afirma con mucho humor y amor. Me voy a acabar liando. Abro el libro de nuevo. Me ha dicho mi vecina que me parezco a la de Sexo en York. No sé si se referirá a Sarah Jessica Parker o a Sarah Ferguson.

EN EL TEATRO REAL

El 21 de diciembre ya casi a las ocho de la tarde compré un décimo de lotería en un despacho situado en una pequeña calle transversal a la Gran Vía madrileña. No me tocó ni el reintegro, por cierto. Al fondo de la oscura y pequeña rúa me fijé en el luminoso de un restaurante de nombre Rande. El típico local que da la sensación que lleva allí muchos años, con la decoración primigenia y, quién sabe, si todavía regentado por gallegos. Como iba con prisa no paré, pero la próxima vez que pase por allí realizaré las pertinentes comprobaciones. Al día siguiente, en el Teatro Real, eché de menos en el sorteo a los loteros de Pedrafita do Cebreiro, que los últimos años siempre acudían a la cita dando un toque elegante a un patio de butacas donde este año, por desgracia, aumentó el número de frikis.

NADIA JÉMEZ, UNA CHICA QUE PROMETE

Esta semana se habló mucho de ella, de Nadia Jémez Rocha, la guapísima hija de Paco Jémez, exjugador del Deportivo entre otros equipos, exentrenador del Rayo y ahora técnico del conjunto mexicano del Cruz Azul. La prensa azteca descubrió y aireó las fotos de la chica en las que posa de manera sugerente. Su padre, que anda sobrado de buen corazón y de carácter, ya avisó de que el que le falte al respeto se las tendré que ver con él y con los tribunales. En realidad las imágenes de Nadia no son nuevas, llevan en las redes sociales mucho tiempo. Para una chica de su edad subir fotos a Instagram o Facebook es algo tan habitual como para su padre tomar un refresco con los amigos cuando tenía su edad. Conozco a Nadia desde que nació, y no es una frase hecha. Recuerdo haber estado con Paco, entonces jugador del Zaragoza, y su madre, Vaneska, exazafata de aquel programa de la TVG Supermartes, en el bautizo de la pequeña en la coruñesa capilla castrense de San Andrés. Fue un lunes 8 de mayo del 2000, al día siguiente de un partido del equipo maño en Riazor. Cómo pasa el tiempo. Ahora si Nadia, que sigue viviendo en A Coruña, edita un libro con sus estados y fotos en las redes sociales lo convierte en un best seller en España y México.