«Para mí siempre ha sido más importante mi vida personal»

Virginia Madrid

YES

CEDIDA

Con siete años la descubrimos en «El espíritu de la colmena», pero todos la recordamos en «Tesis». Y aunque ha rodado con estrellas como Scarlett Johansson o Natalie Portman lo tiene claro: «Ni cuando a los 20 quise hacer carrera en Hollywood».

03 dic 2016 . Actualizado a las 05:10 h.

Su imagen en la gran pantalla es la de una mujer fría, seria, incluso dura. Pero en las distancias cortas Ana Torrent (Madrid, 1966) se muestra sincera, cercana y amable. Su carácter poco tiene que ver con el que le ha tocado interpretar en el cine. «Es cierto que en mi carrera predominan los papeles fuertes y con una gran carga dramática. Sin embargo, me encantaría hacer roles que tuvieran sentido del humor y gracia, así ni lloraría ni sufriría tanto trabajando», asegura. Poco amante de fiestas y eventos, reconoce que en cuanto termina de rodar, le gusta regresar a casa para pasear, leer y hacer vida familiar.

-Regresas a la tele de la mano de Rosalía Feijoo en la serie «Amar es para siempre». ¿Qué te atrapó de este nuevo rol?

-Es una mujer que, pese a los problemas personales que tiene, es muy positiva y tira adelante con todo. Y esa parcela emocional de expresar serenidad, de saber perdonar, de hacer de mediadora con su familia, incluso de tener ilusiones, no lo había trabajado mucho y me pareció un interesante trabajo. Luego está el medio. Pues al ser una diaria, con un recorrido y una maquinaria engrasada, me pareció un reto complicado, pero atractivo. Como además, estoy rodeada de un gran equipo y aquí no sabes lo que va a suceder la semana próxima, te mantiene alerta y ágil. Estoy encantada.

-¿En qué te fijas a la hora de aceptar un proyecto?

-En un conjunto de factores: un personaje con tirón, una historia interesante, un buen director. Además, me suelo preguntar: ¿qué puedo aportar yo a esa historia?

-¿Y qué personajes te interesan?

-Los que están bien escritos, los que me disparan la imaginación y aquellos que tienen poco que ver conmigo. Es cierto que en mi carrera predominan los papeles fuertes, con carácter y dramáticos. Sin embargo, me encantaría hacer roles que tuvieran sentido del humor y gracia, así ni lloraría ni sufriría tanto. Un personaje que me gustó mucho hacer fue el de La collares (Carmen Polo) de la miniserie Una carta para Eva, porque tenía muchísima ironía y funcionó bastante bien.

-Si haces un repaso rápido de tu carrera, ¿de qué personajes te sientes más satisfecha?

-De Ángela de Tesis, de La collares, de Madame Bovary y del personaje que interpretaba en la obra de teatro Pingüinas de Fernando Arrabal.

-¿Te has arrepentido en alguna ocasión de haber dicho no a un personaje?

-Alguna vez he tenido que decir no, pero nunca me he arrepentido. Me ha dado más rabia tener que decir no a un rol interesante, pero porque no encajaba en mi agenda.

-Hace unos años interpretaste a Catalina de Aragón en la superproducción «Las Hermanas Bolena» junto a Scarlett Johansson y Natalie Portman. ¿Cómo fue la experiencia?

-El trabajo de actriz es el mismo, pero la maquinaria es inmensa. Guardo un buen recuerdo del director y de mis compañeras de reparto. Natalie era más abierta y sociable que Scarlett. Fue un rodaje bastante interesante y agradable.

-¿En algún momento pensaste en enfocar tu carrera hacia Hollywood?

-La verdad es que no. Quizá, porque eran épocas y momentos diferentes. Yo tenía trabajo en España y tampoco era ese mi objetivo profesional. Con veinte años nunca soñé con hacer carrera en Hollywood. Además, me enamoré de un neoyorquino y me quedé a vivir un tiempo en la ciudad de los rascacielos. Para mí siempre ha sido mucho más importante mi vida personal que mi faceta profesional.

-Debutaste en el cine con siete años en «El espíritu de la colmena» de Víctor Erice.

-Eso es. Tengo recuerdos agradables de la casa donde rodábamos, de la otra niña con la que jugaba, de que estaba en un mundo de mayores y era muy interesante y un tanto misterioso. Pero del trabajo, de la técnica como actriz, no recuerdo nada.

-¿Y te gustaría que tu hija se dedicara a la interpretación?

-Yo preferiría que no. Tiene ocho años y de momento no ha mostrado mucho interés por mi profesión. Solo una vez, comiendo, dijo de repente: «Quiero ser actriz» y se me atragantó la comida. No le quiero influir en absoluto. Es un oficio muy bonito, pero también tiene una parte muy dura y como es normal no quiero que lo pase mal.

-Te prodigas poco en fiestas y en eventos promocionales.

-Sí. Nunca me han gustado las fiestas ni los estrenos. Cuando termino de rodar, me gusta regresar a casa, a Nueva York, para pasear, leer y hacer vida familiar.

-Vives a caballo entre la ciudad de los rascacielos y Madrid. ¿Con qué rincón te quedas de cada ciudad?

-Como tengo una niña, de Nueva York me quedo con sus parques, porque me encanta ir con ella a pasear y jugar a Central Park o al Riverside. Y de Madrid, me gusta pasear por el centro y dar una vuelta por Santa Ana.

-¿Cuáles son tus placeres cotidianos?

-Me gusta mucho pasear, quedar con amigos y charlar sin mirar el reloj, cocinar e ir al cine y al teatro.

-Un deseo profesional y uno personal.

-Seguir participando en proyectos que me hagan crecer y me enriquezcan y a nivel personal, solo pido salud y trabajo para todos los míos.