Niños desnudos en la playa... ¿sí o no?

YES

GUETTY

BEBÉS EN LA ARENA No es un tema menor. Hay quien se lleva hasta el potito a la playa. Incluso quien les echa protección. ¿Y qué me dices de las cachas al aire? Un pediatra y un dermatólogo hablan. Y no a gusto de todos.

13 ago 2016 . Actualizado a las 05:05 h.

 Ojo, porque este es un tema polémico. Cuanto menos delicado, como siempre que se trata de niños. Aunque esto no va de niños, va de bebés. Y eso aumenta considerablemente la delicadeza del asunto. Concretamente, va de bebés en la playa. Da la impresión de que cada vez hay más. Entre ellos, sigue habiendo muchos restregándose desnudos por la arena. También se ven unos cuantos tomando el potito bajo la sombrilla. Y, la gran mayoría, lo hacen untados en crema solar. ¿Qué tienen que decir de esto los expertos? Pues mucho. Y no va a gustar a todos los padres. «A algún compañero ya le tienen contestado mal al indicarle a una pareja los riesgos de su actuación con el niño», asegura Carlos Maiz, pediatra del Sergas en A Coruña. A él acudimos para saber algo sobre esa costumbre de dejar a los niños desnudos en la playa, pero el especialista empieza por el principio para poner los puntos sobre las íes. «Un bebé de menos de un año no pinta nada allí», sentencia el doctor, que critica igualmente la costumbre de bajar el potito: «Puede ocasionarles diarrea o una descompensación por la leche».

Ahora bien, ¿desnudos sí o no? «Yo creo que es una cuestión más bien de índole moral», señala el experto, que no obstante matiza que «en las niñas sí hay cierto riesgo de que se introduzca más arena en la vagina que si llevasen el bañador puesto», así como añade que «obviamente, también es más peligroso si está en esa fase de autoexploración, dada la posibilidad de que quiera introducir algo». Y cuidado con las rozaduras del pañal. «Si está irritado lógicamente es mejor que no ponga el culo sobre la arena», explica Maiz, que hace otra recomendación que no deja a nadie indiferente: «No hay que echarles la protección constantemente antes de salir de casa, porque los niños deben tener las piernas y los bracitos unos diez o quince minutos al sol para que se sintetice la vitamina D con la piel. Si no, corren riesgo de padecer raquitismo». Tampoco se debe aplicar el protector solar a los más pequeños. «Ya lo indican las casas de la mayor parte de cremas. La piel de los bebés es muy delgadita, por eso lo mejor es la ropa», dice Maiz, que insiste en que no basta con tenerlos bajo la sombrilla porque el calor es el mismo y «se queman igual, por el reflejo de la luz en la arena». «También son mucho más sensibles al frío», especifica, así que cuidado al meterlos en el mar.

EVÍTALO ANTES DEL AÑO

Eduardo Fonseca, jefe de Dermatología del Chuac, ve en la playa una situación injusta para el bebé: «Llevarlo supone someterlo a una situación extrema sin que obtenga ningún beneficio, lo que no tiene ningún sentido. Una cosa es el paseo y otra la playa, con sombrilla o sin ella». El experto señala que entre uno y dos años «es preferible que vayan en bañador por el riesgo de irritación y las piedras, arenas y demás», mientras que en los niños mayores de cuatro años sí lo ve claramente como «una convención social».

Y aviso a nudistas, que el dermatólogo indica que, en general, «no se aconseja la exposición al sol de la zona genital, tanto en niños como en adultos. No es recomendable a ninguna edad», zanja. ¿Qué plan veraniego nos queda entonces con el bebé? Pues el de un sitio con una buena sombra en el que no se sienta demasiada calor y el niño esté, por supuesto, vestido y con gorro. Ya habrá tiempo para que se achicharren bajo el sol. Y para que los padres vayan a la playa. Con el bebé, dicen los que saben, tocan otros planes.