La importancia de llamarse Pepe

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PACO RODRÍGUEZ

HOLA ME LLAMO Dídac Dalmases y mi nombre es raro. Me paso el día deletreándoselo a la gente. Y yo me llamo Uxía Nogueira y mi mail es «yo-no-estoy-para-pensar@gmail.com». El mío ya estaba cogido.

06 ago 2016 . Actualizado a las 09:09 h.

Donde dije Dídac, digo Diego, así que ustedes llamen como quieran a este periodista y creativo residente en A Coruña, que ya está acostumbrado. A Dídac Marc Dalmases Belso le llaman de todo menos Dídac: Dimas, Didier, Didak, Vídal, Vimas... Él reconoce que su nombre es rarito y ya tiene un repertorio de frases que usa a diario para congraciarse con el interlocutor: «Me paso la vida explicando mi nombre. ‘¿Cómo dice, Dídac?’ ‘Sííí, Dídac. ¡Como de didáctico!». No suele perder la paciencia, aunque, a veces, sería como para eso. «En el transcurso de la mañana, puedo llegar a pronunciar esa frase (la de didáctico) unas veinte veces». Cierto es que su trabajo de productor radiofónico en RadioVoz le obliga a hablar con numerosas personas durante la jornada laboral, pero en su casa las facturas lucen normalmente cuatro o cinco versiones diferentes de su nombre en el buzón.

UN CALVARIO DAR EL NOMBRE

«Cuando tengo que dar mis datos personales por teléfono, para contratar el agua o la luz, por ejemplo, es un rollo dictar el nombre. Al final, la gente se empeña en llamarme como les da la gana. Incluso se inventan mis apellidos», explica Dídac Dalmases Belso, natural de Cataluña, donde su nombre y sus ocho apellidos -que también los tiene catalanes, aunque solo siete-, son mucho más habituales. Bonus track: Sus hermanos se llaman Guillem y Nil, este último vive en Vigo.

UXÍA NOGUEIRA, EL POLO OPUESTO  

PACO RODRÍGUEZ

Pero si tan duro de llevar es llamarse raro, un nombre muy común también puede ser problemático. A la coruñesa Uxía Nogueira le costó tanto encontrar un dominio de su nombre libre en el perfil de Gmail para crearse una cuenta de correo electrónico que acabó escupiéndole a Google lo que realmente pensaba de todo ese tiempo perdido: «¡Yo no estoooy para pensaaaaaar! (...más», habría añadido, pero no le cabía). Eso fue lo que le espetó al teclado y así le quedó para el resto de sus días la cuenta de gmail: yonoestoyparapensar@gmail.com.

«Tuve que probar cientos de combinaciones para crearme un Gmail y me cansé. Acabé poniendo la primera tontería que se me ocurrió», explica Nogueira. Imagínense lo que le dice la gente cada vez que tiene que dar sus datos. Que cómo se puso esa cuenta, que por qué no puso su nombre, etc... Y así cada vez que la da. Ahora se ha acostumbrado, pero da pie a situaciones muy graciosas.

«MIS HIJOS, OT Y UC»

También Dídac Dalmases suele recibir muchas preguntas y repreguntas cuando alguien tiene que apuntar su correo electrónico. Pero este periodista se toma, al igual que Uxía Nogueira, con mucho sentido del humor el asunto. Es más, si algún día tiene descendencia, «por supuesto que mis hijos llevarían un nombre raro. Me gustan mucho Ot y Uc, ambos catalanes, pero también Junior y Merlot», apunta. Y el suyo también le gusta: «Jamás me lo cambiaría. Me siento muy orgulloso de llevarlo. Creo que dice mucho de mí y de mi familia. Y una vez que te lo aprendes, es inolvidable. Mi padre escuchó ese nombre a principios de los noventa. Había un niño en el pueblo del que soy (Piera, Barcelona) y parece ser que le encantó. Mi madre, en cambio, prefería Marc y, para evitar discusiones me pusieron Dídac Marc.

Es un nombre catalán pero allí también es poco frecuente». Y eso que, esta semana, su nombre se puso de actualidad por el saltador de pértiga Dídac Salas, también catalán, a quien Vueling le perdió su percha y tuvo que competir sin ella en la última prueba clasificatoria para los Juegos Olímpicos.