«Los forenses tienen mucho humor negro»

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PACO RODRÍGUEZ

Los forenses tienen mucho sentido del humor, aunque sea negro como el carbón. Solo así son capaces de afrontar tareas tan desagradables con identificación de cadáveres o análisis de cuerpos en descomposición. Un humor del que J.M. Mulet se apropia en su nuevo libro «La ciencia en la sombra» para desvelar qué hay más allá de CSI.

02 jul 2016 . Actualizado a las 05:15 h.

Teníamos la idea de que el forense era un tipo oscuro, siniestro, pero CSI le ha dado la vuelta al estereotipo. ¿Quién es hoy el forense?

-El vocacional es una persona a la que le gusta su profesión como a cualquiera. Muchos reconocen que la ventaja que tienen en su trabajo, frente a otros médicos, es que a ellos «un paciente nunca se les queja». Tienen mucho humor negro. Creo que es para crear un distanciamiento psicológico, una barrera emocional. Si todos los días estás viendo cosas tan horribles o tratas de no empatizar o lo pasas muy mal. También la policía científica aborda los peores casos poniéndoles motes: como el caso del niño del contenedor o el del motorista fantasma, por ejemplo.

-¿La visión que ofrecen las series tipo CSI y Bones sobre la profesión, es real?

-La realidad a veces supera la ficción de las series. En CSI hay muchos casos que se nota que están basados en hechos reales pero que los han dulcificado, ya que en la realidad fueron mucho más exagerados. Otras veces los tienen que cambiar para que queden más televisivos, pero ha habido casos muy salvajes y muy espeluznantes que nadie se creería, como el crimen de Alcasser de Valencia. Que estuvieran torturando a tres jóvenes de 15 años una noche entera y luego las mataran, eso no se ha visto en ninguna serie.

-¿La prueba del ADN sirve para algo más que para buscar al hijo de El Cordobés?

-Sirve para muchísimas más cosas no solamente para las paternidades y la crónica rosa. Los forenses tienen muchas veces que ayudar a identificar a las víctimas de accidentes que están desfigurados. En estos casos tienen que probar la identidad pidiendo muestras a los padres. Curiosamente, resulta que dos o tres veces al año se descubre que la madre coincide, pero el padre no, que no es el padre. Con lo que eso supone. La prueba del ADN permite hacer identificaciones prácticamente seguras, es decir, si se ha procesado correctamente, si se ha seguido la cadena de custodia, una prueba de ADN es la evidencia más fiable de que esa muestra pertenece a una persona. Además, tradicionalmente era una muestra de comparación, tu tenías un sospechoso y la muestra y decías si era o no. Ahora puedes decir, como ya pasó en el caso de Eva Blanco, qué aspecto tiene el posible sospechoso.

-¿Y en el caso de la tumba de Cervantes?

-Ahí se mezcla el ADN y la antropología forense. Conocer la historia está bien, y más en países como España donde enterramos tan mal a los ilustres. El ADN está sirviendo para resolver misterios, aunque también es verdad que tener la tumba de Cervantes es un atractivo turístico. Esto los ingleses lo hacen mucho mejor que nosotros. Los ingleses sacaron la tumba de Ricardo III hace dos años de un aparcamiento. Y pudieron demostrar, buscando descendientes directos de Ricardo III, que realmente era él.

-Pero no fue tan concluyente con Cervantes...

-No ha sido concluyente. De hecho, si hablas con especialistas, tienen muchas dudas, pero la de Quevedo sí que ha sido concluyente. El ADN no sirve solamente para la ciencia forense también ayuda a la arqueología, la historia y nos está dando datos muy importantes. Si esos datos se pueden rentabilizar con un atractivo turístico, pues mejor eso que grandes eventos, que de eso ya hemos sufrido mucho.

-¿Y también salva a inocentes como en la películas?

-En Estados Unidos funciona The Innocence Project que reabren casos, sobre todo de violaciones, que se cerraron con una condena sin que se hiciera prueba de ADN, solo basándose en testimonios. Han logrado sacar a 14 personas del corredor de la muerte al utilizar pruebas que en el momento del juicio no estaban disponibles.

-¿Qué relación hay entre ciencia forense y literatura?

-La ciencia forense bebe de todo. Es decir, ha acogido inventos que en la mayoría de los casos se han descubierto para otras aplicaciones y los ha ido adaptando. El padre de la ciencia forense, Locard, y su maestro Lacassagne eran muy fans de Conan Doyle y Holmes y de Auguste Dupin (personaje de Poe). El método que utilizaban estaba inspirado en las novelas de Conan Doyle.

-Sin embargo Conan Doyle es todo lo contrario de los científicos: él creía en las hadas.

-Sí, pero su personaje Holmes es el arquetipo de persona seria rigurosa y metódica y nada fantasiosa. Y además Sherlock Holmes está inspirado en Joseph Bell que fue un profesor de Conan Doyle cuando estudió Medicina en Edimburgo. Bell era una persona muy metódica, que se basaba en la observación y una de las cosas que le legó a Conan Doyle fue la frase de que «los pacientes siempre mienten»... una frase que sonará a todos los incondicionales del doctor House. El método que sigue House en la serie está absolutamente inspirado en lo que hacía Sherlock Holmes en sus casos.

-¿Cómo se fija eso tan peliculero de la hora del crimen?

-Lo que sale en las películas es la medición de la temperatura del hígado, pero es un poco problemático porque dependerá la temperatura ambiente, de la humedad y la ropa que lleva el cadáver. En cambio, lo que sí que es más fiable es la concentración de potasio del ojo. Sacar líquido del interior del ojo y ver el potasio sería lo más fiable en las primeras 12 horas después del crimen para establecer la hora de la muerte.

-La última parte del libro vuelve a desmontar mitos. Por ejemplo, la máquina de la verdad que miente o la grafología.

-Un polígrafo, o máquina de la verdad, no es más que una máquina que mide la presión arterial, la sudoración o los latidos del corazón. En función de cómo cambian estos parámetros según las preguntas que van haciendo, el técnico decide si el investigado está mintiendo o no. Es una prueba muy subjetiva por eso no se puede meter en un juicio. En España se queda en espectáculo televisivo. En cuanto a la grafología, una cosa es el peritaje caligráfico que es ver si una escritura coincide, que es serio, y otra, es pensar que por tu escritura pueden ver si eres un psicópata o un asesino. Esto no es posible.

-¿Y los videntes?

-El problema es que los videntes siempre dicen que han resuelto el caso a posteriori, cuando ya se ha solucionado. Ojalá hubiera alguien que tuviera poderes y pudiera resolver casos, porque yo lo primero que haría sería preguntarle dónde está Marta del Castillo. Si hay algún vidente, que lo diga. ¿Por qué en 20 años no han dicho quién había matado a Eva Blanco? ¿Se ha visto alguna vez que a un vidente le toque la primitiva?

-De las series cuál es la más seria?

-CSI. Independientemente de que un día uno está pegando tiros, otro día desmontando un coche y otro día analizando narcóticos, cosa que en realidad no pasa (el trabajo está muy especializado), en CSI acordonan la zona, recogen muestras, hacen análisis ? ¿Has visto alguna vez en El Mentalista que cojan huellas dactilares o que hagan una prueba de ADN?... total él ya se lo sabe todo. O en Castle, ¿has visto que hagan alguna prueba?

-¿Y Bones?

-Está bien, porque pone el centro en el antropólogo forense que es un profesional muy importante y que no tenía ningún protagonismo.

-¿Cuáles son las estrellas españolas fuera de la pantalla?

-En genética forense el mayor experto es Ángel Carracedo, de Santiago. En antropología forense en el país Vasco está Francisco Etxebarria y en Granada Miguel Botella. Cuando hay un caso complicado, como los niños Bretón, se les pide ayuda.