SI QUIERES SEGUIR EL PROTOCOLO te damos todas las claves. La principal es adecuarte a lo que pide tu anfitrión y a ciertas normas básicas. Quien haya dicho que a un pleno no se va con pantalones no vive en el siglo XXI. Palabra de Mar Castro, experta en comunicación y profesora de la Universidad da Coruña. Ella nos guía.
04 jun 2016 . Actualizado a las 04:00 h.1. Menos el vaquero, cualquiera
Hoy se pueden llevar pantalones, dice Mar Castro, a todas partes (solo hay que recordar a Letizia en su petición de mano). Pero hay que saber qué tipo de pantalón porque no todos valen. Para confeccionar un estilo semiformal, mejor flojos y con un tejido vaporoso, pero a un pleno del Ayuntamiento tampoco hay que ir de gala. El vaquero está descartado, por mucha etiqueta que le pongas o tus iniciales en oro. «Un vaquero es un vaquero». Es sport e informal.
2. ¿Voy de zapato bajo?
A medida que avanza el día partimos de plano y vamos hacia el tacón. Para ir a la compra, al colegio o a la oficina no hace falta subirse al tacón (salvo que te gusten, que estás en tu derecho). El tacón es más oportuno para un evento. Sin embargo, NO estás OBLIGADA, hay zapatos monísimos totalmente bajos. Y sobre todo: si no sabes andar con tacones no los lleves, haznos caso. La primera regla de la vestimenta es que tú te sientas cómoda.
3. ¿Cuándo llevo vestido largo?
En general, en opinión de la experta, pecamos de menos y no solemos pasarnos a la hora de arreglarnos porque hoy en día tendemos al sport. Aunque ella ha visto como en un congreso de comunicación alguna ponente llegó vestida de lentejuelas para una boda. Stop. El largo solo está admitido para la noche, para galas y ceremonias. Otra opción para esta hora es el vestido cóctel, a medio camino entre rodilla y tobillo. El color negro tiene también más sentido por la noche.
4. ¿El sombrero de noche?
Las pamelas y todos los sombreros grandes se deben usar al mediodía y no con vestido largo. Si la ceremonia es de noche y te gusta que la fiesta se te suba a la cabeza ponte un tocado, un pequeño complemento con plumas, flores... Por supuesto los tocados se pueden lucir también de día.
5. Maquillaje y joyas
A medida que avanza el día todo se vuelve más sofisticado. No salgas a las ocho de la mañana pintada como una puerta, por la noche puedes llevar el maquillaje más marcado. Igual que los escotes, que se abren un poco más. Aunque Mar es de la escuela de que insinuar es mejor que mostrar. Con las joyas no saques la artillería pesada para una boda, dosifícate. Nunca te pongas cinco anillos en una mano, y además, súmale pendientes, collares... Ya pasó la Navidad. Y tú no eres el árbol.
6. No te descalces
Por mucho que te duelan los pies al bailar aguanta. Quitarse los zapatos, según Mar, es espantoso. Llévate unas bailarinas en el bolso si no soportas los tacones. Los novios ahora reparten muchas veces alpargatas y ayudan a que la fiesta dure hasta la madrugada. En cualquier fiesta, es mejor ser previsora.
7. Siempre medias
El protocolo dice que se deben usar siempre, aunque sea verano. Si me dices que hace 40 grados y te asfixias, bueno, puedes liberarte. Pero las hay muy finitas y es mucho más elegante. Si llevas guantes, debes sacártelo siempre a la hora de saludar (al menos el de esa mano).
8. ¿Debo llevar corbata en una comunión?
Depende de cómo sea la fiesta y cómo te haya guiado el anfitrión. Hay celebraciones en el campo, muy sport, o a las que todos deben ir de blanco. Si no hay ninguna recomendación, es mejor llevar chaqueta y corbata. Después estás a tiempo de quitártela. Ahora se va demasiado sport.
9. ¿Me puedo quitar la chaqueta?
Si es una comida de trabajo y en entornos en los que se tiene que estar cómodo es mejor quitarse la chaqueta. Ahora está admitido, antiguamente no. Mar Castro también avisa: con el traje siempre zapatos de suela, nunca de goma. Y por favor, muy limpios.
10. ¿Cuándo se pone la pajarita?
Se debe llevar la blanca con el frac y la negra con el esmoquin. Aunque muchos jóvenes la eligen como la mejor opción para lucir con el traje. Lo importante es no quitártela, al igual que la corbata. Si estás en una boda y el novio afloja, entonces no está mal visto que tú tires del nudo. En principio es mejor aguantar. «No hace falta que te partas la camisa».