Niza: Mucho más que un carnaval

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La quinta ciudad de Francia, amable y cálida, bien podría ser la primera por atractivos turísticos. Un ejemplo, sus festivales de disfraces que dan la vuelta al mundo.

06 jun 2016 . Actualizado a las 10:07 h.

No hay nada como caminar por el Paseo de los Ingleses de Niza, o mejor subir a la Colina del Castillo, para entender y disfrutar del azul que da nombre a la costa sureste de Francia, destino turístico imprescindible desde hace más de un siglo. «La luz, naturalmente», dice el lema turístico de esta ciudad que tiene tantos años de antigüedad (restos de hace 400.000) como habitantes. Aunque esto último no lo parezca mientras me paseo por sus calles tranquilas, estrechas, comerciales, muy cuidadas, de aroma italiano (la frontera está a 30 kilómetros, la relación histórica forma parte de su ser), grandes parques y numerosos museos. Y olor a flores, a lavanda y a mimosas sobre todo en este enclave protegido por las montañas, lo que le otorga un clima privilegiado que disfrutan los visitantes y, sobre todo, los usuarios de las 15 playas privadas y 20 públicas que se reparten en sus siete kilómetros de litoral.

 Seguramente esa luz característica, ese mar tan azul desde ese paseo que bautizaron los ingleses y que apabulla por su intensidad, fue la que atrajo desde siempre a los pintores, como Matisse, que tiene un museo específico. Numerosos estilos artísticos han ido inundando la ciudad, de ahí que se suela decir que acumula «500 años de arte contemporáneo».

Cocina local

La cocina local, la nissarde, es otro de sus atributos. Definida por los propios vecinos como de «respeto a la tradición». La de las abuelas, en esencia, con un sello de calidad que se puede ver en numerosos restaurantes, en una ciudad en la que también está triunfando (imposible pensar en otra cosa) el movimiento slow. Hay mucho donde elegir entre unos y otros pero, como recomendación, vale la pena pasarse por el restaurante Attimi (www.attimi.fr) o por el Gaglio (www.restaurantgaglio.com). En general, conviene guiarse, en cuanto a hostelería, por la indicación de Natural iridiscence. Para alojarse y poder moverse a pie sin problemas, la oferta también es muy amplia. El Hotel Ellington (www.ellingtonhotelnice.com) está a un paso de todo.

Niza es lugar de museos, más de una quincena muy relevantes. Es interesante caminar a lo largo del paseo central del Paillon al de arte moderno y contemporáneo, un espacio de 12 hectáreas con wifi gratis que, además, permite contagiarse del espíritu abierto de la ciudad (toda la cultura de la zona en www.botoxs.fr). En la que, sin duda, una de sus referencias fundamentales es el carnaval, que se celebra entre febrero y marzo: una oferta abrumadora de actos, desfiles y flores. Y más color. Una de sus jornadas está dedicada al único y primer carnaval gay de Francia, el Lou Queernaval. Niza, además, es una ciudad calificada de gay friendly.

Toda la oferta de la ciudad puede consultarse en www.france.fr y en www.nicetourisme.com. Para viajar, Iberia Express (www.iberiaexpress.com) opera cuatro frecuencias semanales desde Madrid desde 49 euros por trayecto, con numerosos enlaces desde Galicia.