Sienta un bloguer en tu mesa

Pablo Portabales PERIODISTA

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PACO RODRÍGUEZ

21 may 2016 . Actualizado a las 04:00 h.

El interlocutor queda sorprendido con mi contestación negativa. ¿En serio, no lo conoces, es uno de los más influyentes? Busco en Google su nombre y sí, es el autor de un blog muy cuidado, pero compruebo que tiene menos seguidores que yo en Twitter. Empieza a ser algo habitual en las presentaciones que te sienten al lado de alguien que ocupa la silla por su condición de bloguero influyente. En el mundo de la gastronomía existen tantos que resulta imposible separar el grano de la paja. Diferenciar entre los que son aficionados al buen comer y los que comen para crear afición y, de paso, ganarse la vida. «Esto ocurre en todos los sectores, y fíjate que en España salió un estudio que indica que hay 150.000 blogs de cocina», me comenta Alfonso López Alonso, un gallego que cuenta con más de un millón de seguidores sumando todos sus canales. Un profesional. «Por ejemplo, si yo publico durante una semana que hay que comer arroz, va a aumentar el consumo. El poder de prescripción que tengas, eso es un influencer», analiza este ourensano de 42 años de la zona de Os Peares que triunfa con sus Recetas de rechupete.

CAMBIO DE VIDA

Dice, con pena, que no es profeta en su tierra, a pesar de que las recetas que publica en su blog o en Youtube tienen marcado acento gallego. «En Ourense (nació en el Hospital Santa María Nai), tengo pocos seguidores y Galicia es la cuarta comunidad por la cola. Y, en cuanto a la venta de libros, es donde menos se vende», apunta. Me llamó la atención su historia a raíz de su participación en EcomGastro, un evento que se celebró en el Finisterre de A Coruña y donde causó sensación con su historia vital y empresarial. Ahí lo tienen en las escaleras del hotel poco antes de empezar su ponencia. De madre modista y padre calefactor, estudió Empresariales y Administración y Dirección de Empresas en Santiago. Como tantos jóvenes, su primer trabajo fue en un súper y después de comercial de una empresa. Fue creciendo hasta ocupar un puesto importante en una multinacional, pero el cáncer que le diagnosticaron a su mujer «cambió mi manera de ver la vida. Ahora está bien y trabaja en la empresa. Soy autónomo. Antes, cuando era amateur, le dedicaba el tiempo libre a Internet y ahora más de ocho horas de media al día. He aprendido a ser periodista, community mánager?», destaca Alfonso, que presume que empezó a cocinar en su pueblo, en la Ribeira Sacra, con su abuela Lucrecia. Un gallego locuaz que se ha convertido en un verdadero bloguero influyente y que tiene claro que «yo no me puedo permitir ir a eventos a no ser que me paguen».

PRODUCTO GALLEGO

En la mesa redonda, debate o tertulia que me invitaron a moderar en el Centro Superior de Hostelería de Galicia no había ningún bloguero entre los intervinientes. El tema de la charla era la importancia de viajar, de conocer otras culturas gastronómicas y de su influencia en la cocina gallega. Pepe Solla, que no necesita presentación, Carlos Pérez, de la taberna Hokuto de A Coruña, Pablo Pizarro, del Bocanegra, también en la ciudad herculina, y Diego López, de La Molinera de Lalín, hablaron muy bien y la conversación derivó en una pregunta que gustó mucho a las personas que abarrotaban la sala-aula. ¿Qué es más gallego, un pescado de fuera preparado en caldeirada o un sashimi de un pescado de nuestra costa? Un buen tema para desarrollar en un post de uno de esos muchos blogs que abundan en la red.

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FOTO: PACO RODRÍGUEZ