En el cine ponen lo que yo quiero

Ana Bulnes

YES

XOAN CARLOS GIL

HOY ME APETECE VER... El modelo del crowdfunding llega al mundo del cine gracias a Screenly, que funciona ya en cinco salas en Galicia: escoge película y, si se llenan un mínimo de butacas por adelantado, se proyecta.

16 abr 2016 . Actualizado a las 09:33 h.

P arece un jueves cualquiera en los Multicines Norte de Vigo. Cuando se va acercando la hora de la siguiente sesión, la de las 19.45, la gente empieza a llegar y a hacer cola para comprar su entrada. Solo que esta vez muchas de las personas que esperan para llegar a la taquilla llevan ya un papel impreso en la mano. Y quizá haya más gente de la normal para un día entre semana y sin descuentos. ¿La razón? En una de las salas se proyecta El crepúsculo de los dioses, el clásico de 1950 de Billy Wilder.

CROWDFUNDING PARA EL CINE

Escenas como esta se repiten desde hace unos siete meses en varios cines de Galicia y otros del resto de España y son posibles gracias a Screenly, una plataforma online que lleva al mundo del cine el modelo de la economía colaborativa. El catálogo junta ya 380 títulos, en los que hay desde clásicos del cine hasta documentales, pasando por cine independiente que normalmente queda fuera del circuito comercial. Screenly permite a quien quiera escoger filme y organizar un evento en uno de los cines con los que tienen acuerdo.

«Es muy fácil y cualquiera puede hacerlo», comenta Ismael Alonso, el responsable de que podamos ver El crepúsculo de los dioses en Vigo. «Tras darte de alta, solamente tienes que escoger una película del catálogo, un cine y una fecha». Tras este primer paso, toca ponerse a mover el evento para conseguir que la película se proyecte, para lo que se tienen que reservar un mínimo de las entradas por adelantado en la web. Solo se cobra a los usuarios si se alcanza ese mínimo y se confirma la proyección.

En su caso, la propuesta tuvo tanto éxito que los cines decidieron cambiar la sala -él había escogido la más pequeña-, y a la hora de la proyección se veían pocas butacas vacías. «Para el cine es muy positivo, porque al usar el modelo de crowdfunding no hay riesgo y garantizan llenar una sala que a lo mejor sin este evento habría quedado vacía».

Desde Screenly apuntan también que con la propuesta los cines «mejoran la relación con su público» al darles la oportunidad de «programar y escoger qué quieren ver», además de «ampliar su oferta minimizando el riesgo» y «participar de acciones a nivel estatal», pudiendo programar películas de festivales como el de Sitges o el DocsBarcelona. Las distribuidoras también ganan, ya que pueden «darle una segunda vida a buena parte de su catálogo» o simplemente llegar a salas en las que por vía tradicional nunca habrían podido proyectar su película. El usuario que organiza el evento, por su parte, se queda con el 5% de la recaudación.

Además de las películas nostálgicas en Screenly, cuentan que están funcionando muy bien diversos «estrenos de películas que no han podido llegar a Galicia con la distribución tradicional y que tienen una base social muy fuerte». Un ejemplo de estas son los «documentales activistas como No estamos solos, Loba o The True Cost, que «pudieron ser proyectados en cines de Vigo, Ferrol, Santiago o Ribadeo gracias a que hubo colectivos que así lo solicitaron», aseguran.

Al salir de la película, Ismael comenta que se quedó también muy contento con la labor del cine, que promocionó mucho el evento en redes sociales y contribuyó a su éxito. ¿Repetirá? Dice que sin dudarlo y discute con sus amigos cuál puede ser el próximo título. Como quien va a un videoclub, pero en pantalla grande.