¿Pero aún no conoces a los Furious Monkey?

Carmen García de Burgos

YES

CAPOTILLO

Son las estrellas de rock de moda. Con menos de 13 años, tienen pose, actitud, componen canciones, han grabado en Abbey Road y  y ahora se preparan para un gran salto. Ojo, que son de Pontevedra

24 feb 2016 . Actualizado a las 13:49 h.

Son un experimento que a su creador, Gonzalo Maceira, se le ha ido de las manos. O no. Furious Monkey House son el grupo de moda. Aunque todavía no han roto ningún récord de ventas, en su ciudad natal, Pontevedra, ya consiguieron algo que otras estrellas con más carrera y nombre no han logrado en la ciudad del Lérez: llenar la sala de conciertos por excelencia en la presentación de su primer disco. Y también otro hito del que tampoco muchos pueden presumir: grabar su primer trabajo en los estudios Abbey Road de Londres. A los precios astronómicos de grabación y alquiler de medios humanos y técnicos, Maceira y sus chicos le pusieron remedio tirando de sentido común: con muchas horas previas de ensayo y llevándose técnicos de sonido de casa a la capital del Reino Unido. La semana que viene estarán en el Teatro Colón de A Coruña.

Radio y televisiones

Apenas tienen nada que ver los cinco jóvenes que arrancaron los ensayos en marzo del 2014 con los que acaban de pasar una semana de promoción en Madrid por todas las radios y televisiones nacionales. La cantante, Mariña, es uno de los ejemplos más claros. Cuando se creó el grupo la pequeña era especialmente tímida. Gonzalo, profesor particular de música, está en el origen de todo. Dispuesto a demostrar que los jóvenes «que carecen de las referencias musicales de las que presumen los adultos, interiorizan y aprenden mucho mejor y más rápido los conceptos musicales si lo hacen a través de un proceso creador y formando parte directa de ella», quiso hacer frente a dos de sus alumnas más rebeldes, Carlota e Irene. Las retó a que compusieran una canción. Ellas, haciendo alarde de personalidad y descaro, escribían letras en las que le insultaban y se metían con él. A él le gustó. Le valía. Era su forma de expresarse musicalmente. De modo que optó por el camino largo: buscó entre los compañeros de coro de Irene a otros dos miembros y los invitó a ensayar con él los fines de semana. Todo gratis, claro. Era su apuesta personal.

Y así, poco a poco, fueron surgiendo las primeras composiciones. Dos guitarras, un bajo (el del mono furioso), una batería y una voz  que pedían a gritos un sintetizador por debajo que diera la consistencia que necesitaban. Primero fue un videoclip; luego una maqueta; después, su estreno en un festival ante centenares de pontevedreses. En el Surfing the Lérez compartieron escenario con grupos como Sex Museum, Los Coronas y Ángel Stanich. Causaron furor y se convirtieron en los verdaderos artistas revelación de la romería. Meses después actuaban ya en el Sinsal, el festival de la Illa de San Simón que atrae cada verano a los más modernos de los alrededores. Y ellos, con sus 10 y 12 años de edad, se los llevaron a  todos de calle. Es difícil no sucumbir a sus melodías pegadizas, a sus miradas cómplices y a su desenfado y autenticidad.

Van siempre acompañados de sus padres. Gonzalo admite que, en realidad, el cásting lo hizo entre sus iguales más que entre los pequeños. Porque cada decisión se consulta, siempre en primer lugar con ellos, que para algo son el grupo. Pero inmediatamente después con los progenitores. Ahora están preparando el salto a los grandes eventos, los de verdad, los profesionales, pero con una idea siempre en mente: su carrera musical no puede interferir en sus estudios. 

Ahora Mariña es capaz de dejar la furgoneta en la que descansa a las puertas de una emisora nacional por encontrarse mal para entrar en el estudio, sentarse frente al micro y anunciar, sin esperar a que la inviten: «Hola, soy Mariña, tengo 12 años y soy cantante de los Furious Monkey House».