¿Quién da más por una caña?

Noelia Silvosa, Lucía Rey, Tamara Montero, Cándida Andaluz y Carmen García de Burgos

YES

PACO RODRÍGUEZ

AQUÍ ES A REVENTAR Hacemos un recorrido por locales de los que no te dejarán salir con hambre. Solo tienes que pedir una consumición y esperar. Enseguida te atiborrarán a platos de comida. Porque tú lo vales.  

25 jul 2015 . Actualizado a las 05:05 h.

Te dan comida sí o sí, aunque no la pidas. Hablamos de los locales más espléndidos de Galicia, esos en los que tú pides una caña y ellos te corresponden con uno o varios platos de comida. No puedes ir cenado, porque entonces no les sacarás rendimiento. Pero ¿se te ocurre algún plan mejor para esos días en los que llegas famélico de la playa? Algunos por cantidad y otros por la originalidad de sus ?pinchos?, todos estos bares te demostrarán que no hace falta sentarse en un cinco tenedores para comer de lujo. Ni siquiera coger la carta. Tú solo dedícate a pedir una caña, que el resto ya lo hacen ellos por ti. 

TODO CASERO EN A CORUÑA

Casa Encarna es uno de estos locales.Toda una institución que se encuentra en uno de los barrios más emblemáticos de A Coruña. Es avanzar por Elviña y encontrarnos con él, pero la sorpresa llega al entrar. Porque pides y, casi instantáneamente, te ponen delante un platazo de jamón serrano. Así, sin paños calientes. Como se te ocurra pedir otra consumición, anula la mesa que tenías reservada en el restaurante. Porque llega Emilio, su propietario, y te pone delante otro plato que, según el día, puede ser de tortilla, croquetas, empanada, pimientos, raxo e incluso queso de oveja o del país. ?Damos algo a mayores para que la gente no se canse. Antes con la segunda consumición reponíamos el jamón, pero ahora aprovechamos nuestra cocina para poner pinchos caseros?, cuenta el dueño. Sobra aclarar que lo de pincho es un decir, porque aquí lo que te metes entre pecho y espalda son auténticas raciones. Y la pregunta del millón: ¿por cuánto? Pues por dos euros, a no ser que pidas algo más específico. ?Los refrescos, cañas, vinos o vermús caseros son a dos euros. Solo cobramos dos con cincuenta cuando nos piden por ejemplo más pan, o algún vino o cerveza más caro?, apunta Emilio, que empezó a aplicar este modelo de pinchos hace unos seis años. ?Es para que la gente se anime y que no se diga que en A Coruña no se da nunca nada?. Como podéis suponer, los fines de semana Casa Encarna está hasta la bandera con clientela de todas las edades. Y, aunque no os lo creáis, también tienen carta. ?Es cocina casera con raciones y tapas variadas a precios asequibles?, cuenta el capitán de este barco que zarpó en el 82 y que sigue más boyante que nunca.  

ALBERTO LÓPEZ

DOS DE CADA EN LUGO

?Á xente gústalle comer ben e gratis, e se lle pos moito, moito mellor?. Con esta idea cuida con esmero a su clientela el Minuetto, uno de los bares de Lugo que más pinchos ofrece. Por una única consumición, ya sea un café, un refresco, una caña e incluso una agua, cada cliente se hace con dos bollitos caseros rellenos de jamón york y dos de chocolate, dos trozos de sándwich, dos de tortilla y dos de empanada. Y sin pagar ni un céntimo más. Si es por la mañana, además de lo anterior recibe rosquillas y bizcocho. Si es por la tarde o por la noche, croquetas y empanadillas.

 ?Por unha coca-cola póñoche un prato que flipas?, bromea Carla Paranhos, la atenta camarera y cocinera de un negocio hostelero que durante el curso se llena de estudiantes, profesores y trabajadores. ¿Qué es lo que más triunfa? ?Os boliños, sen dúbida. No inverno preparo unha media de cen de cada un e non sobra nin o primeiro?, sonríe.

XOÁN A. SOLER

250 TAPAS EN SANTiAGO

El que entra en el Abrente, sale cenado. Es la máxima que corre de boca en boca por Santiago, especialmente entre los universitarios, de diente largo pero cortos de dinero. La caña, 1,90. Un poco cara, pero ?sempre me din, Salvador, preferimos pagar un pouco máis pola caña e que veña con estas tapas?, dice Salvador Martí, dueño del establecimiento. Porque con la caña de 1,90 llegan las pipas. Y mientras, se prepara la tapa, siempre recién hecha. Un día, un sándwich con huevo. Otro, una cazuela. Hamburguesa completa. Bocadillo. Perrito caliente. Y si repites a la caña, otra tapa. ?Les damos un ticket y se acercan a la barra a escoger entre las que hay?. Los viernes, churrasco. Con patatas y ensalada. Y siempre bolitas de queso. 

?Salvador, ¿pero isto é rendible?

?Claro, hai que traballar con volume e negociando os prezos con proveedores.

Solo en una tarde, de la cocina del Abrente pueden salir entre 250 y 300 tapas. Y los días de mucho trabajo, hasta 350. El nombre lo dice todo. Salvador de los estudiantes de dientes largos pero cortos de dinero.

MIGUEL VILLAR

25 TAPAS EN CABANILLAS

El Café Cabanillas, ubicado en la calle ourensana que le da nombre, Ramón Cabanillas, es el lugar que eligen muchos ourensanos para poder tomar su aperitivo diario. El secreto está en los más de veinticinco pinchos que adornan su barra, pero también en los que ofrecen con cada consumición. No repiten todos los días e incluso varían dependiendo de la época del año. ?Se en inverno podemos dar igual unha tapa de callos ou lentellas, no verán tentamos cambiar totalmente e dar un salpicón de pulpo e mexillón, algo máis fresco?. Con cada consumición que se pide va un pincho. Y si se repite, será diferente. ?As veces tiramos de queixos, embutidos e incluso guisamos cogomelos, albóndigas, choricitos ao viño, orella e incluso un ovo fritido con pimiento do piquillo, ovos de codorniz..... E nunca, nunca, repetimos o pincho coa segunda ou terceira consumición. Temos dende o tradicional ao moderno. E incluso para aqueles que teñen algún tipo de réxime?, explica Moisés Limia, propietario del Café Cabanillas. 

REBECA TIZÓN

CONTUNDENTES EN PONTEVEDRA

Más de una decena de camareros se mueve incesantemente por el local. Las bandejas van cargadas de platos con un huevo frito, chorizo y patatas; zorza con guarnición; minihamburguesas o pasta carbonara. Son los pinchos que acompañan un vaso de agua, una cerveza o un vino: por cada consumición, gratis, se puede elegir entre una variedad considerable de acompañamientos. Más de una docena de posibilidades han convertido A Pousada do Pincho en uno de los lugares favoritos de los amantes de las tapas contundentes Pontevedra. 

Resulta casi imposible no caer en alguna de las tentaciones, ya que incluso los menos hambrientos se dejan convencer por unas lonchas jamón serrano, o una minirración de ensalada fresca de pasta. Hay para todos los gustos y colores. Eso explica que el modelo que arrancó en el Robert?s (calle Alcalde Hevia), haya permitido a su propietario exportarlo a la zona vieja (C/ Padre Luis María Fernández, 8) y llenarlo casi a diario. 

La llamada comienza ya de mañana: con un café, infusión o bebida se sirve un croissant, un sándwich o una tostada con mantequilla o mermelada, entre otras opciones. ¿Qué? ¿Hay hambre?