El derbi que nadie pierde del todo

Míriam Vázquez Fraga VIGO / LA VOZ

A GUARDA

Bárbara, de 18 años, y Ana, de seis más, compartieron equipo durante diez años y se separaron por primera vez este curso.
Bárbara, de 18 años, y Ana, de seis más, compartieron equipo durante diez años y se separaron por primera vez este curso. óscar vázquez< / span>

Las Cerqueira asumen con naturalidad su primer enfrentamiento

22 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En la familia Cerqueira, pase lo que pase el sábado en el partido entre Guardés y Porriño (A Sangriña, 20.45 horas), nadie ganará ni perderá del todo. Así lo subrayan las hermanas de Caminha Ana y Bárbara, de 24 y 18 años, ligadas al conjunto de A Sangriña durante diez y que en esta ocasión vivirán un derbi inédito: serán adversarias por primera vez. La mayor sigue defendiendo los mismos colores, pero la falta de plazas para extranjeras en A Guarda llevó a la pequeña al equipo rival.

«Fue duro tener que separarnos, durísimo. Ya no solo de Ana, sino también del resto de compañeras que lo fueron durante tanto tiempo», admite Bárbara. Sin embargo, pese a lo inesperado de la separación obligada, trataron de asumirlo con normalidad. «El deporte es así y si queríamos llegar lejos iba a ser muy difícil que fuera siempre juntas. Seguimos siendo hermanas y lo vamos a continuar siendo independientemente de lo que pase en la pista», añade.

El papel más complicado fue quizá el de Ana, que tuvo que «separar las cosas» antes de tomar una determinación. «El club quería que renovara y yo quería renovar. Por mucho que me doliera lo de mi hermana, tenía que luchar por mí misma y dejar eso al margen», recuerda.

Pasado el tiempo, pese a lo mucho que se echan de menos, ambas están a gusto en sus clubes y coinciden en señalar que los nervios previos al choque responden más al derbi en sí que a su duelo personal. «Son dos equipos rivales y es el uno contra el otro, no una hermana contra la otra. En ese sentido, es un partido más. Pero como derbi, es el que todas las jugadoras quieren disputar», señala la menor de las Cerqueira. Ana es de la misma opinión: «Cada una va a luchar por su equipo, pero estamos muy tranquilas y con los mismos nervios que nuestras respectivas compañeras, los normales».

Aseguran que no hay ninguna clase de pique entre ellas -«bueno, el habitual entre hermanas que se quieren muchísimo, nada serio», matiza Ana- y, en palabras de Bárbara, en su familia les repiten que «nadie va a ganar ni perder» en ese partido.