Llegó a disfrutar de renta de seis goles, pero en la segunda mitad sufrió ante el Huesca (30-27)
14 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El Cangas celebró ayer su primera victoria de la temporada en casa, aunque el triunfo, que en la primera parte se antojaba por la vía rápida, acabó poniendo a prueba el tensiómetro de O Gatañal. Y es que los de O Morrazo, invictos tras dos jornadas, y que llegaron a disfrutar de rentas de seis goles, se atascaron en ataque en la segunda mitad y solo encontraron la definición a arreones.
La defensa pétrea que los hombres de Pillo se sacaron de la manga en el primer acto, sumada a los errores propios de un Huesca que no conseguía sentirse cómodo bajo el techo de O Gatañal, desembocó en una primera mitad trabajada, pero tranquila, para los de Cangas. Los de Pillo llevaron la iniciativa desde el arranque y pronto comenzaron a manejar cómodas rentas de tres goles.
El Cangas mostraba una superioridad manifiesta que obligó a José Francisco Nolasco a pedir el primer tiempo muerto cuando no habían transcurrido ni diez minutos. Ese parón en la dinámica del partido sumado a la exclusión de Amarelle permitió al Huesca reducir a dos goles una distancia que por momentos ya había sido de cuatro. Sin embargo, fue solo un espejismo. Con los locales apretando el paso en defensa y el Huesca dejándose balones por el camino y en las manos de un enchufado Mijuskovic, cuajó un parcial de 4-0 que se tradujo en una ventaja de seis tantos para el Cangas antes de que se cumpliese el primer cuarto de hora.
Los de Pillo querían romper el partido, pero los de Nolasco lograron convertir el choque en una guerra de ataques que, sin embargo, no fue suficiente para reconducir el duelo, por lo que los de O Morrazo encararon vestuarios con media docena de goles de renta.
Visto el primer acto, el segundo tiempo se presumía tranquilo, pero el Cangas pisó la pista frío y comenzó a encadenar errores en ataque -Amarelle rompió la racha a los cinco minutos- que solo la falta de finalización del Huesca paliaba. El bajón físico con el que se presentaron los morracenses en el segundo tiempo hizo que el cuadro aragonés atisbase vida, y, aprovechando dos errores ofensivos del Cangas, recortaron diferencias hasta los cuatro tantos (21-17 min 13). El encuentro se convirtió entonces en un toma y daca regado por un calor casi asfixiante al que sobrevivía mejor el cuadro visitante.
Con el Huesca más fresco y aprovechando un bajón de la defensa local, los de Nolasco recortaron a dos goles en el minuto 19. El Cangas cumplía seis minutos sin celebrar un solo tanto (parcial de 0-2), y la amenaza de que los oscenses diesen la vuelta al marcador parecía real. Entró entonces en acción O Gatañal, que convertido en una olla a presión cerró filas con su equipo. Y con éxito. Suso Soliño llegó al rescate con sus goles desde el extremo derecho, y los de Pillo pegaron un nuevo estirón en el marcador. Se marcharon de cinco, y ni las exclusiones al propio Soliño y a Amarelle, ni los constantes parones para secar la pista frenaron a los de Pillo, que aunque tuvieron que mantener la guardia alta, lograron contener el último arreón de un Huesca cuya reacción se quedó en el camino (30-27).
Tanteador cada 5 min: 2-2, 6-3, 10-4, 12-7, 14-8, 16-10 (descanso); 16-12, 20-14, 22-17, 22-20, 27-22 y 30-27.
Árbitros y exclusiones: Merino Mori y Moyano Prieto (colegio castellano leonés). Excluyeron a Moisés, Suso Soliño, Rubén y Amarelle (2) por parte del Frigoríficos del Morrazo, y a Rasic (2), Molina, Rochel y Mira parte del Huesca.
Incidencias: Segunda jornada de Liga. Unos 1.00 espectadores en O Gatañal.
Cangas: Mijuskovic, Suso Soliño (5), Amarelle (2), Eijo (3), David (3), Moisés (3) y Adrian Rosales (7) -equipo titular- Serafín (1), Gallego, Muratovic, Rubén, Casares (1, 1p), Ángel Iglesias (3), Cerqueira (1), Krook (1).
Huesca: Savic, Novelle (2), Alex Marcelo (6, 1p), Molina (4), Cartón (2), Mira y Escribano (3) -equipo titular- Pablo Hernández (ps), Ugarte (6), Rochel (3), Ancizu (1), Mugerza, Casado, Nolasco, Rasic.