Enrique Míguez, historia viva del Descenso do Miño

Victoria de la calle VIGO / LA VOZ

DEPORTES

El medallista olímpico lleva 32 años tomando parte en la cita

23 ago 2014 . Actualizado a las 06:00 h.

Hace 50 años que se celebró por primera vez el Descenso do Miño. La competición que reúne cada año a deportistas, por un lado, y a aficionados, por otro, es ya una tradición en la municipio tudense. A ella acudirán hoy más de trescientos federados entre los que estarán David Cal, Carlos Pérez y Enrique Míguez. El exolímpico, que empezó su carrera en el Kayak Tudense, marca cada año en su calendario esta fecha para no perderse una competición en la que debutó en 1982, a los 12 años, una categoría en la que hoy no se permite competir en el Miño. Confiesa que el descenso es para él una regata muy especial.

«Siempre he competido aquí, me gusta el ambiente que hay. A día de hoy, debo de ser uno de los más antiguos en la línea de salida», afirma Míguez. Más de 32 años en los que el piragüista ha sido habitualmente campeón. Y es que, aunque muchas cosas han cambiado, el espíritu competitivo de este deportista sigue siendo el mismo. «Siempre quiero ganar. Además cada año, cuando vengo, me reencuentro con amigos y siempre nos retamos, a ver quién gana este año». «Eso lo hacemos todos, también los más jóvenes», añade con una sonrisa.

Nuevas generaciones de palistas que vienen pisando fuerte, como Iván Alonso o Manuel Garrido, son asiduos en esta competición. Míguez recuerda bien sus inicios en el kayak, y también en la regata que tiene lugar cada año a lo largo del río Miño. «Antes era más difícil, las piraguas eran de fibra de vidrio y pesaban más, y también los remos, que eran de madera, pero con el tiempo todo mejora», explica el deportista. También la situación del club es ahora mejor que la que Míguez veía cuando iba hasta la línea de salida en sus primeros descensos. Ahora son veinte los metros que tienen que recorrer los participantes para empezar la competición, una parte del descenso que según él es todo un espectáculo.

«Ese momento de la salida es impresionante, la multicolor que se forma da muchísimo colorido al inicio del descenso, porque todos salimos corriendo y son 20 o 25 metros río abajo», relata el exolímpico. Una columna formada por todos los deportistas que se puede observar por la ribera de Salvaterra, que a las seis y media de la tarde se convertirá hoy en el punto de inicio de la regata.

Pese a las modificaciones que ha sufrido la prueba, el deportista también afirma: «Todo ha cambiado muchísimo, pero esos pequeños nervios antes de la salida siguen siendo los mismos para mí». La cita de esta tarde es ya desde su inicio internacional. No solo atrae a deportistas de la zona, sino que durante todo el día Tui se convierte, desde hace 50 años, en la capital del piragüismo.