Canasta con candado en Navia

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

DEPORTES

BRAIS MARTÍNEZ

El Celta se doctora en defensa encajando dos puntos en un cuarto

12 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Que yo recuerde no me había pasado nunca. Es muy raro, aunque en el baloncesto femenino un poco menos». Lo dice Carlos Colinas, el entrenador que fue capaz de conseguir que su equipo, el Celta Selmark, solo encajase dos puntos en un cuarto en un partido de Liga. El sábado frente al Avilés. En el segundo acto las viguesas se impusieron por un rotundo 24-2, el cuarto perfecto «no solo por lo que defendimos, sino por lo que anotamos, aunque una cosa lleva a la otra».

En un equipo en construcción, que no se caracteriza por una anotación abultada, meter semejante número de puntos tiene que ser consecuencia de algo. «Pienso que todo comenzó en la defensa, no nos podían hacer tiros, no tenían jugadas de pase, cortábamos todo, dominábamos el rebote y podíamos correr el contragolpe. También metimos canastas muy cómodas». Por momentos el técnico vivió una sensación nada común en un banquillo «porque veías que los rivales apenas tenían opciones de ataque». Al final se fueron al intermedio con una canasta de dos puntos conseguida en un tiro muy próximo a canasta.

La intensidad defensiva no es una cuestión baladí en los equipos de Carlos Colinas «que siempre acaban por alcanzar un nivel más que aceptable», comenta el estratega, que siempre apuesta por marcadores cortos: «Prefiero ganar 50-49 que 120-188». Forma parte además del ADN del Celta desde la Academia al primer equipo «y estas niñas llevan con nosotros, mamando la misma película, durante seis o siete años y al final todo eso tiene que notarse».

Semejante defensa debe ser el primer impulso para un equipo que pese a su extrema juventud parece estar un punto por delante que su predecesor en el tránsito de la LF 2. «Estamos mejor de lo que debiéramos a estas alturas, pero por encima de todo está el descaro con que se mueve todo el mundo a la hora de jugar, incluidas las que el año pasado eran cadetes. Las ves cómodas. Es una gran virtud».

Por el momento han sido capaces de sacar adelante los dos primeros partidos en Navia y le queda el reto de estrenarse fuera. El sábado en Oviedo, ante el Universidad, buscarán a través de la intensidad defensiva, estrenarse a domicilio.

«No nos podían hacer tiros, cortábamos todo, dominamos el rebote y podíamos correr el contragolpe»