El Cangas se adjudica por la mínima el duelo ante el Octavio (25-26)

vigo / la voz

O ROSAL

01 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El tradicional derbi de la ría se reeditó ayer en O Rosal en el trofeo que lleva el nombre del municipio, y que acabó en las vitrinas del equipo de O Morrazo. El Octavio y el Cangas se veían las caras en un partido que se decidió casi a cara o cruz y que los de Pillo se adjudicaron por un escueto 25-26.

La carga de trabajo y las bajas hicieron mella en unos y otros, que enfilaron el encuentro con ganas, pero sin olvidar que están en pretemporada y que sus guerras comienzan a partir del día 14. Aprovechando el mal arranque de los de Quique Domínguez, el Cangas se disparó en el marcador tomando cómodas rentas desde el principio y marchándose al descanso con 6 goles de rédito. Sin embargo, los vigueses apretaron los dientes y arropados en una defensa 5-1 recortaron distancias obligando al conjunto de Asobal a hilar fino para no dejar que se le escapara el encuentro.