La nueva vida de Papa Seck en Vigo

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

Agredido y arrojado a un contenedor por unos jóvenes cuando dormía en la calle, ahora, reside en una pensión gracias a la intervención del colectivo Os Ninguéns

26 may 2018 . Actualizado a las 08:52 h.

Fue objeto de una agresión racista cuando dormía en el vestíbulo de un comercio en la Ronda de Don Bosco, en pleno centro de Vigo. Los jóvenes que le atacaron no solo le propinaron golpes y le insultaron, sino que acabaron arrojándole a un contenedor de obra. Papa Seck, senegalés sin techo, no entendió nada de lo sucedido y después de esa madrugada de marzo siguió pasando las noches a la intemperie en el mismo sitio. La preocupación entre los vecinos surgió cuando pasado un tiempo se encontraron vacío el portal que Papa había convertido en su hogar con unos pocos enseres. Más de uno pensó que le habría ocurrido algo, pero ha sido el colectivo Os Ninguéns el que, tras echarle una mano, ha salido al paso para explicar que ya no duerme en la calle.

Preocupados por la brutal agresión y ante el temor de que pudiera repetirse al seguir durmiendo al raso, miembros de Os Ninguéns se pusieron en contacto con él y lograron convencerle para que colaborase en la tarea de solicitar ayuda a las administraciones. No resultó ni mucho menos fácil. Su empeño era «conseguir un trabajo y después alquilar un piso con los propios medios, cuando vayan bien las cosas». Le incomodaba recibir dinero de las instituciones si podía evitarlo.

Ante la situación de desamparo en la que se encontraba, finalmente y tras muchas dudas, el ciudadano senegalés aceptó que se le gestionaran las ayudas con una condición: solo hasta que consiga un empleo y teniendo en cuenta la situación de peligro a la que estaba expuesto. Temía que se repitiera la agresión que le llevó inconsciente al hospital y de la que todavía se resiente en un ojo. La primera respuesta llegó del Concello en forma de emergencia para pernoctar en una pensión mientras se tramita la renta de integración social (risga) de la Xunta. Esta ha sido concedida desde su unidad de trabajo social y aprobada en el comisión de Bienestar, por lo que la podrá cobrar en breve. El Concello le pagará la pensión donde ya reside durante dos meses y una ayuda para alimentos de 150 euros al mes, mientras que la risga se le concederá lo antes posible teniendo en cuenta el perfil sensible y las circunstancias extremas. Papa Seck no se lo puede creer: dormir bajo techo, tener un cuarto de baño, una cocina compartida...

Sobre la posibilidad de denunciar a sus agresores, identificados ese mismo día, lo valora con su abogado de oficio. Además, ha recibido una oferta de SOS Racismo para tramitarle el caso de manera gratuita. Por una parte, cree que es importante denunciarlo «para que lo que me han hecho a mí no se repita con ninguna otra persona». Por otra, quiere pensarlo «porque no deseo que ningún chaval tenga la posibilidad de entrar en prisión, eso no hace más buenas a las personas, ni las educa, ni hará que salgan más sensibles». Sería enfocado como delito de lesiones con agravante de racismo y abuso de superioridad o como delito de odio.