El puerto de Lisboa abrirá en agosto la nueva terminal de cruceros aliada de Vigo

manu otero VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

La capital espera alcanzar el millón de pasajeros en el plazo de diez años, con nuevas rutas hacia el norte de Europa

16 jun 2017 . Actualizado a las 12:30 h.

La constante pérdida de cruceros del puerto de Vigo puede estar llegando a su fin. Al menos a medio plazo. Y no tanto por los esfuerzos de la Autoridad Portuaria a la hora de negociar con las navieras como por próxima puesta en marcha de la nueva terminal de Lisboa. El puerto de la capital lusa inaugurará este verano una infraestructura llamada a multiplicar sus tráficos y Vigo, como aliado natural en las escalas, se beneficiará de todas las rutas que abra hacia el norte de Europa.

Se abren muchas expectativas para recuperar el terreno perdido frente la pinza A Coruña-Oporto, los principales competidores que han visto como en los últimos años aumentaban las visitas de trasatlánticos. De hecho, la sangría continuará en el 2018, ya que el puerto herculino y el de Leixões tienen programados casi el doble de escalas que el puerto vigués.

La nueva terminal lisboeta entrará en funcionamiento en el mes de agosto, según anunció la ministra portuguesa de Mar. Ana Paula Vitorinho achacó a las lluvias invernales el retraso en el fin de las obras, que estaba previsto para el pasado mes de mayo. No obstante, no es el primer retraso que sufre el proyecto, ya que cuando se adjudicó en el 2014 se había puesto como objetivo que empezase a operar a mediados del 2016.

Esta infraestructura, que cuenta con el respaldo de los más grandes operadores de buques de pasajeros del mundo, como Royal Caribbean o Global Ports Holding, y que ha contado con una inversión de 22,7 millones de euros, permitirá duplicar el número de viajeros que hacen escala en la puerto de Lisboa en un plazo de diez años. La meta de los gestores del puerto portugués es alcanzar el millón de pasajeros anuales y llegar al umbral de los mil barcos, para lo que se marcan un plazo de seis años. Además, estiman el crecimiento potencial del tráfico de cruceros en un 426 %.

Este aumento de actividad que espera Lisboa se producirá también en Vigo. Aunque no de manera inmediata, ya que las previsiones de escalas de cruceros para el próximo año confirman la pérdida de influencia de la ciudad olívica en favor del eje Oporto-A Coruña. A Vigo está previsto que lleguen a lo largo del próximo año 45 buques, mientras que en la ciudad herculina están programadas 78 escalas. Es una brecha que ha ido creciendo y que solo la recuperación del tándem Vigo-Lisboa (-ambas ciudades están a una noche de navegación) puede revertir.

Para lograrlo, el presidente del Puerto de Vigo, Enrique López Veiga, apela a adoptar una política comercial más agresiva y a reforzar la presencia en las ferias internacionales. Una de las principales bazas, en cualquier caso, es fortalecer la colaboración con Lisboa. Las conversaciones desde el 2011 son periódicas. De hecho, en el 2014 fructifica ron en la firma de un acuerdo estratégico.

«Los puertos de España y Portugal no son competencia sino complementarios a nuestra actividad», declaraba el consejero delegado de Lisbon Cruise Terminals, Ricardo Ferreira, en un vídeo promocional

Pero también la relación entre A Coruña y Oporto se ha ido fortaleciendo cada año. La puesta en marcha de un muelle de 340 metros en la terminal de Leixões, capaz de atraer grandes barcos, contribuyó sobremanera a potenciarlo. Y ahora el nuevo gran reto es convertirse en puerto base. De Oporto partirá una ruta hacia el norte de Europa por primera vez en la historia la Semana Santa del 2018.

Lisboa quiere cambiar las tornas. La capacidad de la nueva dársena, consistente en dos muelles ubicados en la zona de Jardim do Tabaco, permitirá el movimiento de 1,8 millones de pasajeros al año. Desde este verano se pondrá a ello.