Un apagón informático evidencia la vulnerabilidad del juzgado de papel cero

Un apagón informático programado paralizó durante seis horas el juzgado de instrucción número 4 de Vigo, el segundo que ha implantado el papel cero en la ciudad. Los funcionarios escaneaban sus documentos pero el ordenador no guardaba los datos ni tampoco podían acceder a la unidad compartida, un archivo común donde almacenan los nuevos formularios burocráticos. Dado que ya no usan papel y va todo por medios informáticos, la actividad se quedó paralizada toda la mañana.

Al menos, tres juzgados de instrucción (los números 3, 4, y 7), el de violencia sobre la mujer y alguno de lo contencioso-administrativo quedaron bloqueados y tardaron varias horas en arrancar. En el caso de la sala de papel cero, la anomalía duró toda la mañana. El corte informático resultó allí más dañino porque dicho tribunal volvía de cumplir una semana en funciones de guardia y ahora tenía por delante la tarea de escanear cientos de folios generados en ese tiempo, tanto por los expedientes de los atestados policiales como por la toma de declaraciones o las vistas rápidas.

El trabajo del juez Juan Carlos Carballal, que apuesta por los medios digitales y dirige una experiencia piloto para eliminar el papel en la burocracia judicial, también se vio ralentizado: «No funcionó el escáner en toda la mañana, con lo que estuvimos parados. El sistema de firma digital exige primero escanear para proveer. A veces los sistemas fallan. Es la primera vez que hay una incidencia de este tipo».

Los expertos de la sección informática de la Xunta programaron el apagón general en Vigo entre las 15.00 y las 17.00 horas del lunes, cuando ya no había actividad judicial, pero sus efectos se prolongaron toda la mañana del martes. Al llegar los funcionarios del edificio de la Audiencia a sus oficinas, reiniciaron sus equipos y el escáner dio fallos de transmisión de datos. Al no poder trasvasar la información del documento o el archivo a la unidad compartida, tampoco podían recuperar el texto ni unirlo a ningún expediente ni, por lo tanto, poner en marcha las resoluciones. «Sin escáner no podemos hacer nada. Todo documento ajeno que llega aquí hay que escanearlo para informatizarlo y, debido a este fallo, no puedo adjuntarlo al procedimiento», admitía ayer un funcionario en una de las oficinas afectadas. Para colmo, de los dos escáneres que tiene la oficina sin papel de Vigo, solo uno funciona rápido. El otro es muy lento, según dice el personal.

A media que pasó la mañana, los tribunales recuperaron la actividad. Por ejemplo, el juzgado de malos tratos sufrió la avería hasta las 11.00 horas. El apagón solo afectó al edificio de la Audiencia ya que las salas de la calle Lalín no tuvieron ningún problema. Por ejemplo, el otro juzgado sin papel de la ciudad, el de primera instancia número 11, trabajó sin incidencias, lo mismo que las salas de lo social.

Además del fallo de transmisión en el escáner, los funcionarios afectados tampoco pudieron acceder a los modelos de formulario que necesitan para completar aquellas hojas que no están incluidas en la base de datos judicial de Minerva. Se trata de folios nuevos a los que hay que añadir alguna coletilla Aunque los funcionarios de instrucción podían tomar ayer declaraciones, no podían rellenar el nuevo formulario de derechos de las víctimas o el de los investigados porque el acceso al modelo estaba vetado.

El fallo afectó a tres juzgados de instrucción, al contencioso y al de violencia de género

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