Paralizada la sede de la Universidad en O Berbés al aparecer aguas residuales

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús Fuente VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

Patrimonio obliga a la institución a presentar un proyecto de saneamiento para continuar

30 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La rehabilitación de tres viviendas en la plaza de O Berbés para convertirlas en sede institucional de la Universidad de Vigo tendrá que esperar. El motivo, la aparición de aguas residuales procedentes de edificios próximos. El hallazgo se ha producido durante los sondeos previos que lleva a cabo la Dirección Xeral de Patrimonio de la Consellería de Cultura. La aparición de las aguas ha obligado a suspender los trabajos y a solicitar a la Universidad que presente un proyecto de saneamiento para poder continuar con los sondeos.

De momento, la institución académica no ha presentado el documento exigido por la Xunta, según confirma esta última. Una vez que lo haga, deberá recibir el visto bueno de Patrimonio para seguir adelante y, en caso de que sea necesario, se determinarán otras actuaciones, según admiten desde la Dirección Xeral.

El expediente para la rehabilitación de los inmuebles está compuesto de dos partes, una arquitectónica y otra arqueológica. En la primera de ellas Patrimonio solicitó documentación complementaria, que en estos momentos revisa. En la parte arqueológica autorizó los sondeos previos que se encontraron con la sorpresa de las aguas de saneamiento.

Sin duda se trata de un nuevo varapalo para el proyecto de la Universidad, que suma un retraso tras otro, primero debido a la complicada burocracia administrativa y ahora por este nuevo imprevisto.

Lo que está claro es que cada vez se aleja más la fecha prevista para la finalización de la obra, anunciada en un principio para este mismo año y posteriormente para el 2018. Desde que en abril del 2016 Xunta de Galicia y Universidad de Vigo suscribieron el convenio, ha pasado ya un año sin que el proyecto haya avanzado lo más mínimo.

Para concluir en diciembre del 2018, las obras tendrían que comenzar como muy tarde a finales del verano. Es algo ya imposible, teniendo en cuenta que después del visto bueno de Patrimonio requieren licencia municipal y que el plazo de ejecución es de dieciséis meses, en el caso de que se llegase a cumplir.

El Consorcio del Casco Vello (participado en un 90 % por la Xunta y en un 10 % por el Concello) adquirió los edificios correspondientes a los números 11, 13 y 15 de la plaza de O Berbés por 1,1 millones de euros y se los cedió a la institución académica por cuarenta años.

En total son 1.500 metros cuadrados los que estarán a disposición de la Universidad, para cuya rehabilitación cuenta con un presupuesto de 1,9 millones.

La idea del rectorado es dedicar una parte de los inmuebles al Centro de Linguas y otra al aula de mayores, espacio de coworking, cursos, conferencias y otra serie de actividades. También contaría con representación institucional con la intención de acercarse a la sociedad viguesa.

Tras abandonar hace más de una década la sede del rectorado en el Areal, la Universidad siempre mostró su deseo de volver a tener un espacio en plena ciudad, teniendo en cuenta la lejanía del campus vigués. Recientemente el alcalde, Abel Caballero, ofreció al rector, Salustiano Mato, la oportunidad de disponer de un espacio en el antiguo rectorado mientras no cuenta con los edificios del Casco Vello.

El traslado podría producirse más pronto de lo esperado al tener ya cerrado el Concello el pliego de condiciones para adjudicar la cesión de tres despachos en la primera planta. Solo quedan los últimos trámites administrativos para que la Universidad se ubique de nuevo en 131 metros cuadrados del Areal.

Aunque la cesión tiene carácter gratuito, el rectorado deberá correr con los gastos corrientes de agua, luz y teléfono, así como con otros que genere durante la utilización. También tendrá que asumir el coste de las obras que requiera para adecuar las dependencias a los diferentes usos. Estos deberán tener siempre carácter administrativo. La cesión, que tiene un valor de 122.654 euros, se prolongará por espacio de tres años, a no ser que el Concello vigués requiera las dependencias por interés público.