El juzgado destapa que algunos padres esperan dos años por una custodia

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

m. moralejo

Algunos expedientes llevan 48 meses sin cita para un informe pericial psicológico

26 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un juzgado de familia de Vigo que tramita pleitos por custodias y regímenes de visitas a menores ha destapado que algunos expedientes llevan esperando desde hace dos años a que el gabinete psicosocial del Imelga le dé cita al pequeño para hacerle una entrevista y elaborar luego un informe pericial. Fuentes judiciales aclararon que este es un caso extremo que se remonta al 2015 y que, en realidad, la media de entrega de una pericial acumula un retraso de un año. Otros expedientes ya tienen cita para octubre, aunque se trata de casos antiguos.

El informe psicosocial es requerido por el juez cuando tiene dudas sobre la concesión de la custodia o visitas al padre y necesita evaluar la relación del niño y el contexto familiar y social en el que vivirá. Fuentes judiciales señalaron ayer que si bien los padres esperan uno o dos años por estos informes periciales, la situación del menor no queda en un limbo legal porque el juez adopta al iniciar el pleito una serie de medidas provisionales que incluye la asignación del menor a un progenitor. Esta decisión estará vigente y será la que regirá mientras no llega, años después, la sentencia que establece las condiciones definitivas.

En algunos casos, debido a los retrasos, los juzgados han dejado de solicitar esos informes y solo lo hacen cuando se trata de asuntos que generan muchas dudas y, sin cuya pericial, el juez no puede dictar una sentencia.

La larga espera mientras la sentencia no es firme lleva a que muchos niños pasen uno o más años sin ver a su progenitor porque este está provisionalmente sin ver reconocido su derecho a la custodia o no hay un régimen de visitas establecido o fue retirado de forma temporal. Estas situaciones, debidas al atasco en la resolución de los expedientes, es algo que han denunciado personal del gabinete psicosocial del Imelga en Vigo. Estos sostienen que sería necesario crear un cuarto equipo fijo, compuesto por un psicólogo social y un trabajador social, para sacar 30 expedientes del 2016 de la lista de espera.

Menores desamparados

Los juzgados de familia están asumiendo una media por sala de diez casos de impugnaciones de padres contra la Xunta por la declaración de situación de desamparo de sus hijos menores. Son casos que les han transferido los tribunales de Pontevedra después de que la Audiencia de Pontevedra ordenase a Vigo que se hiciese cargo de ellos. El problema es que son asuntos prioritarios y los jueces tienen que remover la agenda para buscarles un hueco urgentemente.

La Xunta alega que los refuerzos de psicólogos externos son un «apoyo puntual» para el Imelga

La Consellería de Presidencia salió al paso del temor de los seis psicólogos y trabajadores sociales del Imelga de Vigo que denunciaron la supuesta pretensión de la Xunta para externalizar el servicio y subcontratar a psicólogos privados para desatascar las periciales judiciales. La administración gallega planea firmar un convenio con el Colegio de Psicólogos para surtir a esos nuevos trabajadores. Pero los funcionarios temen que, además de desmantelar un servicio público, los datos íntimos de menores o maltratadas caigan en manos de particulares o empresas ajenas a la Administración.

La Xunta replicó ayer que lo que la consellería está planteando no es una «derivación» de asuntos al Colegio de Psicólogos. Argumenta que, en realidad, es una actuación que se haría dentro de la propia organización del Imelga.

La consellería insiste en que su pretensión es firmar un convenio para que ciertos psicólogos designados por el colegio, con formación y experiencia acreditada, tratasen algunos de los asuntos que se les derive. Incluso se baraja que las entrevistas se realicen en los despachos de la propia subdirección del Imelga.

En cualquier caso, la Xunta recalca que esto sería una «ayuda puntual» para poner los expedientes al día. Pone como prueba de que se trata solo de un apoyo puntual, el hecho de que se han creado en el Imelga siete equipos nuevos (14 trabajadores) y uno de esos equipos es en Vigo.